El juego del calamar

Crítica El juego del calamar

Análisis

Una serie despiadada que, aunque bien narrada, contiene un enfermizo guion.


A los espectadores nos está pasando como a los jugadores de El juego del calamar, que por tener un exceso (en nuestro caso de series al alcance de la mano) llegamos a consumir lo que sea. Y no solo lo consumimos, sino que les decimos a otros que también lo hagan y quizá, incluso, encontramos justificaciones para ello.

Se ha dicho de esta serie, y no sin cierta razón, que está muy bien hecha, que atrapa al instante, que es dura y violenta y que es una de las estrellas de Netflix. Sin embargo, ninguno de estos argumentos define completamente este producto surcoreano que, al parecer, todo el mundo consume.

La historia del calamar

En El juego del calamar, la historia que se narra es radical: una serie de personas desesperadas a las que se manipula para matar o morir. La evolución es aún más extrema: prácticamente todos los personajes se convierten en asesinos. Y el final, donde uno espera una explicación válida para tanta barbarie, se queda en una simpleza atómica: la insulsa conversación entre un moribundo y un ganador que no merece ese título.

Mientras, el espectador está pegado a la pantalla, pero no por las grandes interpretaciones (pausadas al estilo coreano), ni por la inteligencia de un argumento novedoso (ya lo hemos visto en Los juegos del hambre o en The wilds), ni siquiera porque nos hayamos identificado con algún concursante (todos cobardes, todos egoístas, todos sudorosos). Seguimos la historia por su brutalidad, por el “más todavía” y por saber cuál es el siguiente paso hacia la degeneración humana. Si la habéis visto, sabréis a qué nos referimos: el morbo.

Una mención especial merecen los protagonistas ya que su creador, Hwang Dong-hyuk, ha decidido no incorporar héroes entre sus filas. Prácticamente ninguno supera la prueba: todos matan, todos mienten, todos se anteponen a los demás, todos entran al juego porque han medido el éxito de sus vidas en wones. Ni siquiera se sostiene la teoría de que la serie haga una crítica sobre el poder de los ricos hacia los pobres. ¿Por qué? Pues porque, en cierta manera, todos son pobres en este relato y, los que menos dinero tienen no es por culpa de los que más tienen, sino que son pobres o están desesperados económicamente porque son gente ruin.

El reclamo es la violencia

En definitiva, sabemos que la historia se cuenta bien en términos televisivos, aunque Dong-hyuk no hace más que poner en práctica algunos de los recursos cinematográficos de probada eficacia. Temas como la violencia gratuita o el exceso de sangre –vemos disparos a traición, cuchilladas, cerebros desparramados, empujones al vacío…–, las situaciones de desesperación humana y el injusto desequilibrio de fuerzas entre ricos y pobres se mezclan con el terror característico que suscita el universo infantil (parques, música, juegos populares, etc.) cuando se le saca de su contexto natural.

Ver El juego del calamar es como ver La isla de las tentaciones. Y es que, en el fondo, no nos interesa la moraleja (si es que la hay). Si veo La isla de las tentaciones, no busco fidelidad, sino traición; lo mismo que con El juego del calamar, no debo buscar héroes, sino debilidades (más o menos sofisticadas, pero debilidades al fin y al cabo). Además, si por un momento descubrimos algo de luz, pronto queda sepultada por los más de 455 asesinatos que se producen en menos de nueve horas. Ni Juego de tronos en sus momentos álgidos.

En fin, cuando la vida humana se mide en wones y su objetivo se basa en la diversión, es lógico que surjan historias como esta. No obstante si, como audiencia, nos preguntamos “¿con qué tipo de historias llenamos nuestras horas de ocio?”, lo que asusta de verdad es la respuesta.

Si necesitas alguna guía para conversar con los más jóvenes sobre el contenido de esta serie, no dejes de leer nuestro artículo: Hablemos de El juego del calamar.

Firma: Mar Pons

ficha técnica

Género: Serie

Subgénero: Drama

Año: 2021

Cadena: Netflix

Intérpretes: Donald Chang, Greg Chun, Hideo Kimura, Lee Byung-hun, Lee Jung-jae, Paul Nakauchi, Stephanie Komure, Stephen Fu

Presentador: -

Público

+18 años

Valoración

Contenido

Humor

Acción

Violencia

Sexo

Valores

456 personas al borde de la desesperación aceptan el reto de jugar a unos juegos infantiles para ganar 45.600 millones de wones. Para concursar, deben firmar un formulario de consentimiento que incluye solo tres cláusulas. Primera: los participantes no pueden retirarse de la partida. Segunda: quien se niegue a jugar quedará eliminado. Tercera: el juego solo termina si lo aprueba la mayoría. ¿Preparados para ganar?

Título original: Squid Game

Creador: Hwang Dong-hyuk

Director: Hwang Dong-hyuk

Guión: Hwang Dong-hyuk

Productora: Siren Pictures

Duración: 55'

País: Corea del Sur

Temporada: 1

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