Esta serie francesa logra dos objetivos: un ritmo trepidante, gracias a su puesta en escena en plano secuencia y a la brevedad de cada capítulo, y hacernos pensar sobre el sistema (no sostenible) de consumo fuera de control.
Esta serie francesa logra dos objetivos: un ritmo trepidante, gracias a su puesta en escena en plano secuencia y a la brevedad de cada capítulo, y hacernos pensar sobre el sistema (no sostenible) de consumo fuera de control.
Una inusitada producción –acerca del acuerdo de separación de un matrimonio– que se salva gracias al reparto. Su género puede resultar singular, pero la narrativa no tiene sorpresas ni profundidad.
Vicent Machot es peluquero. Su vida no transcurre con otros contactos que no sean su dominante madre, su primo… y su gato. Sin embargo, esa […]
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