Secret sunshine

Después de Green fish, Oasis y Peppermint candy, Lee Chang-dong nos presenta una película desalentadora. Miryang, que significa, amanecer secreto, ahonda en lo más profundo del ser humano, en cómo puede afrontar el sufrimiento que supone la pérdida de un hijo, nos habla de hasta dónde puede llegar el dolor, y de cómo es posible salvarse, si es que existe alguna posibilidad.
 
Desnudando su alma, poniéndola totalmente al descubierto, Jeon Do-yeon hace un papel espléndido, una de las interpretaciones más convincentes del cine de hoy en día, algo que le sirvió para ganar el premio a mejor actriz en el festival de Cannes de 2007.
 
Es un film sobrio, largo, que narra una historia tan real que estremece. Aunque con un guión muy bien hilado, el tema de la religión puede resultar algo forzado al espectador, que puede cansarse por antinatural. Viniendo de Corea del Sur, podemos ver otra cultura, con relaciones más frías de las que estamos acostumbrados a vivir en Occidente, la cultura del solitario y del karaoke.
 
Parece que el director deja sobre la mesa varias opciones de cómo enfrentarse a las consecuencias de una tragedia, pero no opta por ninguna. El final es abierto, aunque no del todo. Parece que la puerta de la esperanza está cerrada y la única línea de luz, la única escapatoria, es la locura: otra posibilidad de empezar de nuevo. Pero, eligiendo esta alternativa, parece que la vida no tiene sentido vivirla.

Firma: Redacció