La mala educación

Almodóvar afirma basarse en unos hechos que, según él, eran habituales en las escuelas religiosas de su infancia. Bajo una afirmación tan gratuita como poco fundamentada (ese tipo de casos tan desgraciados son hechos muy aislados), el director se escuda para dar rienda suelta al terreno que mejor conoce: el del deseo sexual gay como algo irreprimible, incluso a los 10 años y, en consecuencia, el de su submundo urbano de locas” y yonkis.

A pesar de que sabe usar la elipsis en la infancia de los niños (no así en su juventud), Almodóvar se introduce en un terreno muy peligroso. La supuesta crítica al clero es ridícula y maniquea, aunque el director tampoco salva la integridad moral de los protagonistas Enrique e Ignacio. Y eso demuestra lo que está patente en su filmografía: Almodóvar es más un esteta y gran director de actores que un creador de historias y guiones interesantes y con dinámicas ideológicas coherentes.

El director manchego sabe fascinar a la crítica y al público con sus tonos cromáticos y sus juegos de colores y formas y sabe, también, sacar el mejor partido a un espléndido reparto. Pero ni el intento de thriller ni la estructura puzzle consiguen mejorar un guión cuyos temas y personajes (como en toda la filmografía de Almodóvar) buscan despertar el morbo y la curiosidad y, en consecuencia, lograr esa publicidad gratuita tan ansiada por las distribuidoras. En definitiva, una historia triste y aburrida, que seguramente encandilará a parte de la crítica por ser simplemente de Almodóvar.

Firma: Redacció

Extras DVD:

• Audio: castellano
• Subtítulos: castellano, inglés