Eliminado

Eliminado parte como una crítica a internet, al peligro que puede suponer sin ser conscientes de ello. Podemos llegar a tener nuestra vida entera colgada en las redes, al alcance de cualquiera.

La película trata sobre las relaciones juveniles a través de este medio, advirtiendo cómo está desapareciendo la comunicación real, el cara a cara, mientras todo es apariencia y los jóvenes no se conocen.

El argumento se focaliza en el cyberbullying y las consecuencias que puede alcanzar pero, a mitad de metraje, se deja de lado para centrarse en lo que es realmente la intención de Eliminado: contar una historia de terror, a través de una reinvención del género bien utilizada.

Todos los planos pertenecen o son grabados por un ordenador, móvil o similar. No hay ninguno que no esté justificado de esta manera. Se hace un uso beneficioso del congelamiento de la imagen y la pérdida de vídeo y/o sonido propio de una débil conexión. El director, en este aspecto, consigue mantenernos en tensión la mayor parte del film.

De este modo, se simula una historia basada en hechos reales, con falso material de archivo, vídeos en Youtube, blogs creados para la ocasión y perfiles en redes sociales. Juega a favor que los actores sean desconocidos. Además, gracias a una plataforma al estilo Skype, donde transcurre la mayoría de la película, podemos contemplar, en tiempo real, las reacciones de todos los personajes, presentes, de este modo, ante una “nueva” narrativa.

Estoy seguro de que Eliminado, gracias a esta propuesta y su bajo presupuesto, generará beneficios, respaldado por un público afín al cine de terror. No obstante, no se le puede atribuir esta reinvención del género, que yo recuerde es algo que, al menos, ya se hizo en la española Open windows (Elijah Wood) y de modo más resuelto.

Firma: Javier de la Llave