Cuidada y galardonada producción artística belga, que fue nominada para el Oscar de Hollywood a la Mejor película extranjera de 1992, que ha sido realizada por el joven cineasta flamenco Stijn Coninx. Este ayer reconocido ayudante de dirección (1979-1987, que posee asimismo una tesis sobre esta tarea), ya había sido profusamente premiado por su opera prima Hector (1987), que interpretó el cómico belga Urbanus (actor que protagonizaría también su siguiente comedia, Koko Flanel). Ahora, con todo, Coninx acomete el film histórico con enorme propiedad ambiental, logrando una brillante evocación de finales del siglo XIX, notables creación de tipos e interpretación, así como un retrato de mentalidades de ese período.
El rodaje se ha realizado también en Francia y Polonia, con un presupuesto inicial de 180 millones de francos belgas, 5.000 extras y 15 semanas de filmación. Es obvio que Daens cuenta una historia real. Sin embargo, acomete la apasionante biografía del Adolf Daens (1839-1907) de forma harto simplista. Si uno conoce el libro original de Louis Paul Boom (650 págs.) en que está basado el relato, puede constatar enseguida cómo la versión cinematográfica resulta demasiado convencional, un tanto demagógica y hasta maniquea. La complejidad de esa etapa histórica, la situación sociopolítica europea y de la misma Iglesia en aquellos difíciles años, merecían un análisis más riguroso, no tan tópico. Y sí, en cambio -aunque aparentemente la película no se presenta como partidista, ya que apenas ofrece juicio o discurso ideológico alguno-, rompe una lanza en favor del ex-clérigo, uno de los precursores de los actuales sacerdotes-líderes políticos.
Aun así, la doctrina de Daens no fue condenada por el Papa León XIII -cuando aquél fue llamado a Roma, en 1895-, sino sólo sus acciones, como poco oportunas en esos años de luchas y falta de unidad entre los católicos. De ahí que Adolf Daens se viera en el dilema -también por intereses partidistas, que incluye a las autoridades locales, eclesiásticas y al mismo rey Leopoldo II- de obedecer o abandonar los hábitos para dedicarse exclusivamente a la res publica. Todo ello, por tanto, obligará a la reflexión crítica del espectador cultivado, al que va especialmente dirigido este film minoritario. Una narración verdaderamente emotiva, pero que no ofrece todos los datos y la cual tampoco está exenta de una obscenidad violenta -dentro del ambiente miserable reconstruido- ni de toques sentimentales o demagogia fácil de cara al gran público.
Firma: Redacció
Director: Stijn Coninx
Guionistas: -
Intérpretes: Antje de Boeck, Jan Decleir, Michael Pas
Género: Drama
País: Holanda
Fecha estreno: 29/10/1993
Lenguaje: Coloquial
1893. En la ciudad industrial de Aalst (Bélgica), los obreros -hombres, mujeres y niños- trabajan más de trece horas diarias en condiciones infrahumanas. La llegada a la localidad del Padre Adolf Daens, que quiere solucionar la injusticia social con la doctrina de la Encíclica Rerum Novarum (1991) -y asimismo ‘contestar’ a la ascendente revolución socialista y a la hipocresía del Partido Conservador Católico-, le llevará a conseguir importantes reivindicaciones políticas y humanas a través de su escaño de diputado del Parlamento por el Partido Popular Cristiano, pero también a un duro enfrentamiento ideológico y de clases.
Título original: Daens
País: Holanda
Duración: 138'
Fecha producción: 1993
Distribuidora: -
Color: Color