Legend

Brian Helgeland, coguionista de L.A. Confidential, Mystic River y Robin Hood, entre otros títulos, se encarga de realizar su versión de los hermanos Kray. A partir del libro de John Pearson publicado en 1995 y de otras fuentes, este cineasta norteamericano filma una ciudad humeada por un sistema criminal muy estiloso que conecta más con la aureola creada por el cine del género que con un realismo histórico.

Al mismo tiempo, el film recrea otras cuestiones que son constantes también en tramas y películas sobre hermanos y amigos gánsters muy vinculados a su familia, a la figura de la madre, al barrio y a la idea de fraternidad, como la reciente Black Mass.

Para buscar la diferencia, el guión se articula a partir de un elemento de focalización: una voz en off femenina que se erige en una especie de mirada análoga a la del espectador, también ajena a ese mundo. Quizá este aspecto -también cuestionable en algún que otro momento por su artificiosidad- es lo que más sobresale de un guión que se prolonga en exceso, mientras eso permite lucirse por partida doble a Tom Hardy.

Por su parte, toda la recreación del ambiente londinense de finales de los cincuenta y principios de los 60, en la escenografía y en el vestuario, es excelente y minuciosa. Caroline Harris, la diseñadora, ya había trabajado con Helgeland en Destino de caballero y es responsable de vestuario de Un marido ideal o En lo más crudo del crudo invierno.

Legend, en la línea del cine contemporáneo de ambiente criminal, vehicula una puesta en escena que no escamotea esfuerzos en lo explícito de la violencia, mientras se muestra algo más elegante en los excesos morbosos del gemelo Reggie.

En todo este trabajo de Brian Helgeland late el deseo de contar con estilo algo ya visto en otros filmes, mientras se rubrica la idea de que hay destinos sellados desde la cuna y, que si no se pone empeño, la línea entre locura y maldad están muy cerca.

Firma: Lourdes Domingo