Robin Hood

Análisis

Es importante ver la película desde el prisma de la gran superproducción que es. Brian Grazer, Ridley Scott y Russell Crowe ya habían trabajado en 2007 conjuntamente en American gangster. Además, Crowe también compartió cartel con Grazer en Una mente maravillosa y Cinderella man y con Scott en Red de mentiras, Un buen año o Gladiator, con la que Robin Hood tiene algunos puntos en común.

Este héroe de leyenda, al que se le ancla en un contexto histórico muy concreto, ha pasado más de 30 veces por el rodillo cinematográfico o televisivo. El atlético Douglas Fairbanks, el clásico Errol Flynn, la cómica versión de Disney, las variantes aportadas por Sean Connery o Kevin Costner y la reciente serie de la BBC tan llena de anacronismos y de amable regusto a serie B son algunos ejemplos de los peajes cronológicos de este personaje.

Volver a poner en circulación a una “celebridad” como Robin Hood significa, claramente, que hay que hacer algo distinto para justificar, precisamente, una nueva versión del héroe ladrón. Como Christopher Nolan con Batman o Gavin Hood con Lobezno, Grazer y Crowe planearon explicar el origen del mito. Que la película sea convincente en su intento, sobre todo en la narración algo apresurada de Robin como referente social, es algo que puede ponerse en duda.

El guión se ha encargado a un escritor acostumbrado a complacer a la crítica y al público, como con la reciente Green zone o la ya veterena Conspiración, y las aún más sólidas Mystic river y L.A. Confidencial. Sin embargo, Helgeland quiere abarcar tantos frentes –el histórico, el social y político, el aventurero, el heroico, el cómico y el romántico- que la coherencia se le escapa por algunos agujeros.

Primero en el ámbito histórico, donde bailan conceptos y retratos fidedignos de cómo funcionaban los estamentos sociales y religiosos implicados en la vida política, así como algunos hechos y personajes. En este sentido, parece que Ridley Scott es fiel a su interpretación distorsionada de la historia, que ya demostró con El reino de los cielos. Ahora, además, es interesante ver cómo su Robin Hood teje una especie de discurso antisistema a lo largo del film. Todo tipo de autoridad institucional (civil, eclesiástica, laboral…) queda desautorizada. Se las dibuja como incapaces de servir al bien común. Para esto último se basta y se sobra el hombre. Un hombre, que liberado de estas ataduras, sí que mantiene un compromiso con la naturaleza, con la familia y otros hombres, en una especie de versión medieval de comuna hippie algo más organizada.

Y segundo. Las subtramas se multiplican y, aunque convergen en bastantes puntos (lo que da movimiento al guión), hay aspectos y personajes demasiado esquemáticos, como los “Merry men”. Y también queda forzada y explicada en poco espacio fílmico el liderazgo de Robin y los celos del monarca Juan; una dialéctica que, en varios momentos, parece una réplica medieval de Gladiator, pero sin el dramatismo de la también película de Scott y Crowe. Y ése es quizá otro de los puntos débiles de esta nueva versión: no hay tiempo para el aburrimiento porque, si algo es, es entretenida, pero falta perfilar con más empatía el sufrimiento de sus protagonistas.

Dicho lo cual, Robin Hood son unos 140 minutos de diversión con aventuras al estilo clásico y unas escenas de acción magistralmente rodadas. El director sabe como nadie crear pequeñas historias de suspense en aún más pequeñas escenas de lucha, persecución o grandes batallas. Visualmente muy atractiva y escenográficamente realista y expresiva (según sus responsables se han inspirado en los cuadros de Brueghel el Joven y el Viejo), a toda esa trepidación audiovisual ha ayudado el rodaje con hasta doce cámaras a la vez.

Sobre el cartel de actores, se trata de un gran filón para sacar partido al film. Todos están muy bien. Hasta el algo sobreactuado Mcfadyen (el ahora irreconocible Mr. Darcy) y el ascendente y omnipresente Mark Strong (Sherlock Holmes, Red de mentiras, La reina Victoria o RocknRolla por citar algunos títulos). Russell Crowe demuestra que la arriesgada apuesta por un héroe cuarentón no es tan descabellada, y mezcla muy bien fuerza, socarronería y temple de galán. Cate Blanchett le sigue a la zaga.

Firma: Lourdes Domingo

ficha técnica

Director: Ridley Scott

Guionistas: Brian Helgeland

Intérpretes: Cate Blanchett, Danny Huston, Eileen Atkins, Mark Strong, Matthew Macfadyen, Max Von Sydow, Oscar Isaac, Russell Crowe, William Hurt

Género: -

País: EE.UU.

Fecha estreno: 14/05/2010

Lenguaje: Coloquial

Público

+12 años

Valoración

Contenido

Humor

Acción

Violencia

Sexo

Siglo XIII. El ejército de Ricardo I, Corazón de León, regresa de las Cruzadas. En su camino a una Inglaterra empobrecida por los gastos de la guerra, los anglosajones arrasan con los castillos franceses que encuentran a su paso, como venganza por el anterior encarcelamiento de su rey. La muerte del monarca, precisamente, en uno de esos ataques desata una previsible crisis institucional y agrava la económica y social. En medio de todo esto, la actuación de un arquero raso, Robin Lonogstride, tendrá una importancia determinante.

Título original: Robin Hood

País: EE.UU.

Duración: 140'

Fecha producción: 2010

Distribuidora: -

Color: Color

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