Dónde estás, Bernadette

Aviso para navegantes. Esta película de Linklater se sitúa en la filmografía independiente de sus incursiones en el estudio de las relaciones humanas en el tiempo. Dónde estás, Bernadette queda al margen de Boyhood y la saga inaugurada por Antes del amanecer.

A partir del libro de la profesora, escritora y guionista Maria Semple (inspirado en parte de su experiencia al trasladarse con la familia a Seattle), Richard Linklater vuelve a escribir junto a Holly Gent y Vincent Plamo Jr. tras Me and Orson Welles (2008), un film no estrenado en España.

En su traslado a la gran pantalla, las variaciones respecto al original han contribuido a blanquear el argumento y a convertirlo en una propuesta con más luz y con una ironía redimida.

Enmarcada en una perspectiva eminentemente femenina (abundan roles de mujeres), la película otorga protagonismo, precisamente, al genio artístico femenino, sepultado con frecuencia en un mar de múltiples y variadas responsabilidades.

Para desplegar esta historia –el misterio de una excentricidad– Linklater camina por una narrativa curiosa y extraña, que se mueve usando el sarcasmo de una personalidad asocial, el enigma íntimo y una convencionalidad dramática que sorprende en el cineasta. Sorprende porque esos balbuceos en la trama acaban abrazando el tono familiar (que está de manera más o menos explícita, nostálgica o tradicional en sus películas) en intermitencia con un tinte más irónico o mayor distancia según la secuencia o el personaje que interactúe con la protagonista. En su conjunto, el espectador quizá no encuentre toda la coherencia o fuerza emocional esperada.

Por otra parte, resulta impecable el trabajo de Cate Blanchett en un nuevo papel de mujer en la crisis de la felicidad y del sentido en la edad madura. Todavía se la recuerda por Blue Jasmine y, a pesar de las enormes diferencias de contexto y caracterización, hay algo que conecta entre ambas Blanchett.

Sin obviar los aspectos que menos pueden convencer en esa mezcolanza sentimental, lo cierto es que Dónde estás, Bernadette da ciertas claves de lo que la conciliación familiar supone: para lograrla la familia debe ser un equipo (e irse adaptando con libertad creativa a las necesidades de cada uno de los miembros) y abrir la mano a la escucha y a asumir responsabilidades; quizá dejando más de lado a esos especialistas a los que, con frecuencia, dejamos las tareas que debemos acometer nosotros.

Aquí Linklater, a partir de Maria Sample, habla de embarrarnos en las relaciones personales para sacar adelante la felicidad conjunta que siempre es la suma de cada uno.

Firma: Lourdes Domingo