Amar, beber y cantar

Crítica Amar, beber y cantar

Análisis

Aunque cada película es una obra de arte (o lo pretende) única y se merece una atención individual que no esté mediatizada por aprioris ofrecidos por el pasado o el futuro de cualquiera de sus realizadores, es imposible acometer el análisis de Amar, beber y cantar sin mencionar que es la última obra (y póstuma) de Alain Resnais, uno de los nombres sagrados de la Historia del Cine.

El que fundara junto a Truffaut y Goddard la Nouvelle Vague, la corriente cinematográfica francesa que supuso una renovación general en el modo de hacer y de entender el cine en los años 50, falleció en el 2014, a los 91 años, tras una larga y fructífera carrera y dejando un título a punto de estrenarse.

Aunque parezca un lugar común, este film constituye un brillante broche de oro a la ya de por sí rutilante (la mayoría de las veces) carrera de Resnais. En él, observamos todos los elementos que le hicieron grande (montaje, color, originalidad, rebeldía, anarquía, intérpretes, etc…) reunidos, curiosamente, en torno a un guión, libre e imaginativo pero llevado a cabo de un modo férreo y controlado. De manera que, a pesar de las numerosas licencias, toda la película discurre ágil y sorprendente pero por el camino que Resnais, con pulso firme, le hace marchar. Se aleja por tanto de los geniales desvaríos de Las malas hierbas, otra de sus últimas producciones, ofreciendo en este caso un recital de profesionalidad y arte al conjugar perfectamente libertad y contención.

Amar, beber y cantar adapta una obra del dramaturgo británico Alan Ayckbourn del que ya había llevado a la pantalla otros trabajos con anterioridad. Resnais opta por dejar claro el origen teatral de su película, haciendo que sus personajes se muevan en espacios pequeños, al principio siempre al aire libre; sin embargo, con un decorado y unos fondos de tela y cartón piedra con los que el espectador pacta enseguida ante el arrollador trabajo de los actores y sus diálogos.

La agilidad impide la rutina, a pesar de que los cambios de ambiente se realicen mediante la inclusión sistemática de paisajes del Yorkshire y dibujos de las casas. Y todo eso al ritmo de una música optimista, que oscila entre la canción francesa clásica y la banda original de Mark Snow (quien, aparte de componer la sintonía de Expediente X, ya había trabajado con Resnais).

Nada resulta artificial ni postizo. Resnais juega con los elementos decorativos a los que ha querido someterse para darles una impresionante grandeza y profundidad. Cuando arrincona a sus protagonistas contra un fondo de rejilla negra, el personaje, enfrentado a un potente primer plano, muestra su verdadera cara interior al espectador y habla más para sí mismo que para quien le da la réplica. Del mismo modo, conforme avanza el drama y todos los giros de la historia acaban afectando a las relaciones íntimas, los actores traspasan el fondo del decorado para mostrarnos el interior de sus casas, y de esa manera, el público entra realmente en su drama interior.

Y junto a ello, gags del absurdo infantil que tanto le gusta al cine francés: las patadas amagadas de Simeon al tronco, el mordisco al cojín de Tamara, la corona de príncipe destronado de Jack o el recurrente ensayo sobre la mermelada fallida.

Y así hasta un final tétrico e intrigante a la par que luminoso y revelador con el que poner un brillante sello a una película que representa toda una carrera.

Firma: Esther Rodríguez

ficha técnica

Director: Alain Resnais

Guionistas: Alex Réval, Jean-Marie Besset, Laurent Herbiet

Intérpretes: André Dussollier, Caroline Silhol, Hippolyte Girardot, Michel Vuillermoz, Sabine Azéma, Sandrine Kiberlain

Género: -

País: Francia

Fecha estreno: 21/08/2015

Lenguaje: Coloquial

Público

+16 años

Valoración

Contenido

Humor

Acción

Violencia

Sexo

Dos matrimonios acomodados y de mediana edad llevan una vida apacible dedicada a su trabajo y a entretenerse participando en una obra de teatro amateur.

Al enterarse de que a George, un amigo común, le quedan pocos meses de vida, le proponen participar en la representación, pero su presencia provocará innumerables tensiones entre las dos parejas, dejando que afloren rencillas pasadas y recelos actuales.

Título original: Aimer, boire et chanter

País: Francia

Duración: 108'

Fecha producción: 2014

Distribuidora: Good Films

Color: Color

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