Algo prestado

Una comedia-romántica más desperdiciada y tan floja como el libro de Emily Giffin en el que se basa. Greenfield, que ha dirigido películas tan indeseables como La vecina de al lado o Estoy hecho un animal, no se desliga de su trayectoria gracias a un pobre guión. Jennie Snyder no ha hecho nada aceptable desde Las chicas Gilmore, pues Mujeres en Manhattan o Sensación de vivir: la nueva generación no dicen mucho en su favor. Los personajes no están tratados como personajes creíbles y reales, sino como clichés al servicio de un guión preconcebido, mil veces visto y poco atractivo. Todo está tan forzado, tan inmaduro y se alarga con tanta artificialidad que invita al olvido inmediato.

Firma: Lourdes Domingo