La habitual comedia veraniega de Santiago Segura llega con todos los ingredientes que sus seguidores esperan: muchas bromas, diferentes enredos y unos personajes que nos han acompañado los últimos cinco años.
Una comedia familiar amable y bienintencionada, pero cuyo guion se pierde en lo rocambolesco y lo facilón. A pesar de todo, Gracia Olaya y Tito Valverde aportan frescura con sendos papeles.
Todos lo hacen da la impresión de ser una reunión de actores cómicos representando una obra de teatro de Agatha Christie. No es una propuesta memorable, pero hace reír a menudo y presenta personajes muy divertidos.
La familia García vuelve para contarnos sus aventuras navideñas con la pequeña Cris, el novio de Sara y el padre de Marisa, “el abuelo”, en la casa. La diversión está servida.
El film de Marc Crehuet cuenta con una utilización convincente de espejos y un elenco brillante, pero desperdicia sus recursos y se queda en un patético intento de parodiar con humor rancio y adoctrinar.
Los roles y el trabajo de Karra Elejalde y Quim Àvila son lo más destacable de esta divertida comedia que cavila en torno a los diferentes conceptos del amor. El film es ligero y su objetivo es hacer reír a una audiencia específica.
La segunda parte de la comedia que más triunfó el verano pasado aterriza con todos los elementos para cautivar. Santiago Segura aúna humor, buen ritmo y el contexto de comedia familiar como rasgos de eficacia.
Costumbrista, tosca, rocambolesca, divertida, negra y ya demasiado alargada, así se presenta esta comedia marcada por un gran equipo de actrices y actores.
Entretenida comedia familiar para el verano, en la que Santiago Segura interpreta a un marido-cuñado que desencadena divertidas y locas situaciones al quedarse solo a cargo de sus cinco hijos.
Los últimos guiris abandonan el camping. La temporada alta ha terminado y con ella, los ingresos extras de los campistas. Para poder llegar a fin […]