Pierre Pinaud dirige un título idóneo para reír y emocionarse durante unos minutos con una historia sencilla, enmarcada en un gran campo de rosas. Llenará la sala de frescura, elegancia, color, amabilidad y buen humor.
Se trata de una emotiva historia en la que los protagonistas, a pesar de no hablar el mismo idioma, crean una relación tan tierna como entrañable en la que las palabras pasan a ser innecesarias.
Una comedia en la que una aparente búsqueda de la libertad hace peligrar una relación de 35 años. Unas buenas interpretaciones de los actores en un film con poco fondo moral.
Un drama que parte de un conflicto que promete mucho, pero que pierde fuelle en su desarrollo, mientras ofrece un par de excelentes interpretaciones.
París, años 20. Marguerite Dumont (Catherine Frot) basa en la música y la ópera la gran ilusión de su vida. Anualmente celebra en su suntuosa […]
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