Dos mujeres

El título original de esta película, Sage femme, juega con dos significados: el de “comadrona”, profesión de Claire, principal protagonista, y también “sabia mujer”, en referencia a la potencia femenina de los dos personajes principales.

Sin embargo, y como no suele ser habitual, es su traducción al castellano la que mejor se ajusta al resultado final de este film, ya que son Dos mujeres las que dominan todo el metraje y se llevan toda la calidad del largometraje que resulta, en su conjunto, bastante mediocre.

El punto de partida es muy interesante. El guion de Martin Provost plantea una situación emocionalmente impactante y con grandes posibilidades de dinamismo temporal y de tensiones vitales aprovechando las diferentes crisis a las que por edad, trabajo, salud etc. se enfrentan Claire y Béatrice e incluso Simon y Paul.

A pesar del interés y de la firmeza y del verismo con el que rueda Provost, su propio guion se alarga demasiado, llenando de vacío las escenas que empiezan a ser recurrentes y terminan por amenazar la implicación del público. Provoca que los personajes den más vueltas de las necesarias y los hace quedar bastante menos sabios (“sage”) de lo que reza el título.

Sin embargo, como anunciaba en un principio, entre esta tendencia a ir arrastrándose hasta un final que no termina de llegar, las dos mujeres continúan a flote gracias a su poderosa personalidad y, sobre todo, a la clase magistral de interpretación que dan ambas, tanto Catherine Frot
como la ya legendaria Catherine Deneuve. Solo verlas actuar, aguantar primeros planos, planos en grupo, momentos de alto contenido dramático y de cotidiana vulgaridad, hacen que este film merezca algo la pena.

Firma: Esther Rodríguez