Provost retorna con una propuesta que bascula entre un tono ácido e inteligente y un didactismo torpe que acaba ahogando el film. Mientras, sobresale el buen hacer de Juliette Binoche, Moreau y Lvovsky.
Provost retorna con una propuesta que bascula entre un tono ácido e inteligente y un didactismo torpe que acaba ahogando el film. Mientras, sobresale el buen hacer de Juliette Binoche, Moreau y Lvovsky.
Un drama que parte de un conflicto que promete mucho, pero que pierde fuelle en su desarrollo, mientras ofrece un par de excelentes interpretaciones.
Violette Leduc (Emmanuelle Devos), hija bastarda nacida a principios del siglo pasado, conoce a Simone de Beauvoir (Sandrine Kiberlain) en los años de la posguerra […]