Lego 2K Drive

Los juguetes Lego llevan años adaptando sus aventuras al mundo de los videojuegos con enorme éxito. Sin embargo, da la sensación de que desde hace un tiempo, se han quedado algo estancados. No quiere decir que títulos como Lego Star Wars: The Skywalker Saga no sean divertidos, parece que estamos jugando siempre a lo mismo. Por este motivo, Lego ha decidido doblar su apuesta y explorar otros campos. Fruto de esto, recibimos este Lego 2K Drive. ¿Valdrá la pena?

La crítica del principiante

Los juguetes Lego ofrecen mil y una posibilidades. No es de extrañar que ahora recibamos un juego de carreras tan divertido como alocado. La propuesta es muy similar a la vista en Mario Kart, Sonic All Stars e incluso… Need For Speed o Forza Horizon (aunque guarde menos similitudes con estos últimos).

Lego 2K Drive es un arcade de carreras en toda regla. Acelerar, frenar y derrapar es la esencia de un juego del que sacarán partido desde los más pequeños hasta los más adultos. Pese a la simplicidad de la propuesta, todo adquiere una nueva dimensión cuando entra en juego la característica principal de estos juguetes: la creación. Gracias a ello, conseguimos vehículos únicos con características diferentes que afectan a la conducción, siendo esencial saber combinar piezas para mejorar nuestros coches o lanchas.

La LEGO película videojueguil

La historia que nos cuenta el juego no es la más original del mundo, pero cumple con su propósito de dar cierto hilo conductor al juego. Somos un piloto novato de Bricolandia, el mundo en el que se desarrolla el título. Nuestro objetivo será convertirnos en una estrella de la velocidad y competir en la gran copa Celestial. Para ello, tendremos que recorrer las cuatro grandes zonas de Bricolandia, cada una con su propio estilo: desiertos y montañas, zonas verdes, otras urbanas…

Como si de Mario Kart se tratara, tendremos que competir en diferentes carreras y torneos de creciente dificultad hasta conseguirlo. Eso sí, no todo será competir. El juego da mucha importancia a la exploración y a las misiones secundarias, que básicamente serán encargos que nos den algunos personajes que nos encontremos (desde llevarlo de un lugar a otro, transportar objetos, destruir otros…). Gracias a estas tareas menores, subiremos de nivel a nuestro piloto y mejoraremos nuestro vehículo, lo que resulta esencial para desbloquear nuevas carreras.

Además del modo historia -que ya da para bastantes horas-, también tenemos la opción de disputar un Campeonato con varias carreras ya completadas previamente y hasta minijuegos.

Volviendo a los micropagos

Lego 2K Drive es un juego para todos los públicos, pero del que disfrutarán especialmente los más pequeños tanto por su estética como por su planteamiento. Por este motivo, NO ENTENDEMOS que 2K siga con la política de micropagos como “caramelito para los más pequeños”.

Lego 2K Drive está plagado de secretos y extras, muchos de los cuales se tienen que adquirir directamente en Unki’s Emprium, la tienda del juego. A medida que avanzamos en el juego y superamos pruebas, obtendremos moneda para canjear en la tienda. Sin embargo, la progresión es muy lenta, por lo que si queremos conseguir ciertos coches y demás objetos solo tendremos una opción: pagar. No es obligatorio, ni mucho menos, pero sí una golosina muy tentadora. Esto, unido a los 60 euros que vale el juego -así como a los pases de temporada-, nos parece una tomadura de pelo.

Lo mejor:

Es un juego muy divertido y completo.
La exploración y las tareas secundarias.

Lo peor:

Los micropagos: innecesarios y absurdos.
El control no es del todo preciso en los derrapes.

Conclusiones:

Lego 2K Drive es un divertido y completo arcade de velocidad que gustará a todos los públicos -aunque especialmente a los más pequeños-. Tanto por su estética como por su jugabilidad, nos ha encantado, resultando una alternativa muy convincente a Mario Kart y compañía. Tan solo el control -poco pulido- y la nefasta política de micropagos a la que nos tiene acostumbrados 2K, le privan de una mejor calificación.