Watchmen

Crítica

Análisis

Lindelof configura un contexto apocalíptico, a partir de un cómic de superhéroes, para poner en cuestión algunas coordenadas socio-políticas actuales. Su visionado supone esfuerzo para conectar tramas y algo de piel dura.


Damon Lindelof reinventa el legado de Alam Moore y Dave Gibbons, haciendo de su cómic un nuevo escenario fantástico y, a la vez, anclado en la realidad.

Lindelof se presenta acompañado de un equipo de guionistas entre los que destacan Cord Jefferson, guionista en títulos como The Good Place o Master of none, y su colaborador habitual Nick Cuse, con quien ha estado en The leftovers y el film La caza.

Así pues, en gran parte alejada de la película de Zack Snyder (2009) y del libro gráfico original, la serie de HBO se convierte en una nueva demostración del interés de Damon Lindelof por integrar tradiciones, géneros, formatos y estilos narrativos dispares en un mismo producto.

Watchmen arranca en un acontecimiento histórico: la masacre racista en la población de Oklahoma, Tulsa, en 1921. Así, y con un rescate de escenarios, tildes y personajes supremacistas blancos, configura un nuevo Ku Klux Klan –El Séptimo de Caballería– que adopta la figuración encapuchada de Rorschach (uno de los watchmen de la saga original). Todo un juego de mezclas y superposiciones que resulta verosímil e incluso muy coherente.

A partir de ahí, el argumento viaja entre rincones del cómic y emulaciones de las actuales y adultas narraciones televisivas que presentan con crudeza y gravedad los conflictos. Tampoco quedan fuera las alusiones a Vietnam y a la Guerra Fría, mientras Doctor Manhattan “rivaliza” con los dioses del Olimpo en su continua interacción con los humanos.

Esta mezcolanza deja espacio para referencias a los primeros programas de la televisión norteamericana ­–como la serie televisiva de superhéroes que vemos dentro de la misma serie­– y a la escapada del Conde de Montecristo, o los homenajes a las secuencias de apertura de Sunset Boulevard de Billy Wilder y El caballero oscuro

Todo esto conforma una narración en espejo, recargada y, al mismo tiempo, ágil que precisa su tiempo para encontrar sentido. La experiencia de visionar Watchmen es todo un crucigrama, en el que casi al modo de Perdidos hemos de ir atendiendo a cómo viven, perciben y expresan la temporalidad y el espacio cada subtrama y protagonista.

Esto es lo que sucede, la necesidad de la paciencia, en las relatos de gran concepto, de reinvención de la diégesis a través de un contexto de apocalipsis (donde todo se pone a prueba). Lindelof lo ejercitó no solo en la “isla” sino también en The leftovers. Esta vez se permite aún más licencias gracias al género fantástico aportado por el cómic: impagables las invenciones imposibles de Adrian Veidt, con un Jeremy Irons que no deja de sorprender con su actitud a-humana dinamizando cada una de sus momentos.

No hace falta seguir citando otras virtualidades, en gran parte pertenecientes a la escenografía o al grafismo, aunque ahí están la iconografía clásica religiosa tuneada, las ingeniosas transiciones a partir de un objeto o la variación de la careta en cada capítulo.

Por otra parte, el paradigma social que revela esta ficción está muy ligado al actual Black lives matter y a un modo de hacer política regido por la simulación y la hipocresía. Con este escudo, y sin abandonar la tradición que nos inunda, la violencia se subraya de manera habitual en sonidos crujientes y líquidos y fracturas deformantes de rostros y cuerpos; no aptas para nadie sensible.

Como siempre en estos casos, es interesante evaluar qué aporta la exaltación estética de la agresión y de la crueldad, así como la explicitación ocasional de una sexualidad que aquí se conecta con el concepto psico-social de la máscara.

Por otra parte, Damon Lindelof aquí sedimenta el rol protagónico de la mujer (que había incoado en The leftovers), tanto como motor de cambio en el guion como encarnación de diversas posturas ante los acontecimientos y la vida en general.

Este puzzle va acompañado de un puzzle musical. Desde la melodía punzante en sintetizador y llena de nostalgia al piano clásico, pasando por raps y ritmos contemporáneos, la banda sonora dibuja muy bien la eclecticidad de este producto que se ha llevado once Emmys en 2020.

Firma: Lourdes Domingo

ficha técnica

Género: Serie

Subgénero: Acción, Drama, Fantástico

Año: 2020

Cadena: Max

Intérpretes: Don Johnson, Frances Fisher, Jean Smart, Jeremy Irons, Regina King, Sara Vickers, Tim Blake Nelson, Tom Mison, Yahya Abdul-Marteen II

Presentador: -

Público

+18 años

Valoración

Contenido

Humor

Acción

Violencia

Sexo

Los vigilantes enmascarados están proscritos. Los policías también llevan máscaras. Un grupo violento racista funciona encapuchado. En medio de esta situación, la muerte violenta y en extrañas circunstancias del jefe de la comisaría de la ciudad destapa un cruce de personajes curiosos que cambiará la vida de todos.

https://www.youtube.com/watch?v=ZgtBSzt0EPE

Título original: Watchmen

Creador: Damon Lindelof

Director: -

Guión: Claire Kiechel, Cord Jefferson, Damon Lindelof, Jeff Jensen, Stacy Osei-Kuffour

Productora: HBO

Duración: 60 minutos (9 episodios)

País: EE.UU.

Temporada: 1

Programación: HBO

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