Un espía entre amigos

En 1963 el mundo estaba polarizado en dos grandes bandos: el comunista y el capitalista. En esta historia, basada en hechos reales, las consecuencias de esta división se plasma en una amistad rota. La traición y la duda se asientan en una compleja trama y hay que estar muy atento para no perder detalle.

Quizá este es uno de los puntos menos atractivos. Sin embargo, cuando arranca la historia el espectador ya está sujeto a los personajes, y averiguar la verdad es casi tan importante como conocer el pasado de ambos.

Nombres, fechas y misiones se mezclan con anécdotas, recuerdos y confidencias propias de una profunda amistad. La traición duele mucho más si viene de la mano de alguien cercano. Y, en este caso, se desgrana el dolor de una lealtad correspondida con el engaño.

Con una perfecta ambientación, interpretación y desarrollo, Un espía entre amigos bucea en los sentimientos humanos, en los ideales políticos y en unos sucesos desconocidos por muchos. El género de espían encuentra en esta ficción, adaptada por Alexander Cary (Homeland), un exponente más que digno.

Firma: Mar Pons