La nueva serie de Marvel es sorprendente en su forma, pues abandona la acción para recrear una sitcom americana de los años 50 llena de comedia.
El esperado estreno de las aventuras de Wanda Maximoff y Visión puede haber desilusionado, e incluso defraudado, a todos aquellos fans del MCU (Universo cinematográfico de Marvel) que esperaban capítulos llenos de acción como en Vengadores. No obstante, Marvel ha sabido romper con la formalidad, que últimamente se había vuelto repetitiva, y reinventarse de un modo fascinante.
Por eso, el hecho de alejarse de los superhéroes con tecnología punta, la lucha desmesurada y los efectos especiales no debería ser una lastra, al contrario: probablemente se trate de la producción más creativa y experimental hasta la fecha. Y, de hecho, ha sorprendido enormemente a su público, aunque muchos lo hayan interpretado como una tomadura de pelo.
Jac Schaeffer ha dejado de lado los combates espectaculares para recrear una sitcom americana de los años 50. De ahí que en su forma diste mucho de la última entrega, pues el piloto empieza en blanco y negro (aunque poco a poco empieza la transición a color), con vestuario añejo e incluso rotulación y banda sonora de la época, algo que nada tiene que ver con la última tecnología de los trajes de Tony Stark o la ambientación fantasiosa de Endgame. Sin embargo, es una grata novedad que un producto televisivo logre desconcertar a la audiencia que, acostumbrada a tanta oferta, parece que ya lo ha visto todo.
Y ahí radica la virtud de WandaVision: en sus extravagancias, que provocan que no se sepa ni qué está pasando ni qué va a pasar a continuación. Es una serie encantadoramente rara y excéntrica, que otorga a Elizabeth Olsen y Paul Bettany el protagonismo que no tuvieron en las películas. Además, hay mucho humor (la cena con la que se abre la temporada no tiene desperdicio) y un misterio por resolver que, probablemente, sea el gancho para el espectador.
Por otro lado, igual que sucedió con The Mandalorian, Disney+ ha vuelto a acertar dirigiéndose en general a todo el mundo, pues no hace falta haber visto nada anterior para entender a grandes rasgos la historia de Bruja Escarlata y Visión. Pero, a la vez, contiene muchas referencias para todos los seguidores de la saga. Y, como guinda, la originalidad de la propuesta ha hecho que el riesgo asumido para distribuirla haya valido la pena, pues no es solo diferente, sino que también es divertida y funciona como entretenimiento.
Firma: Patricia Amat
Bruja Escarlata y Visión, una pareja con superpoderes, intentan encajar en su vecindario sin llamar la atención. Pero pronto empiezan a sospechar que no todo es lo que parece.
