Cazadores de hombres

Antena 3 sorprende con la realización de esta serie que, filmada como si se tratara de un largometraje cinematográfico, demuestra el buen trabajo de los profesionales que hay detrás de las cámaras. Cazadores de hombres juega con los planos generales y los efectos de movimiento que proporciona la cámara en mano. Además, incorpora un juego de luces apropiado para cada situación.

En los dos primeros episodios, lo más sorprendente fue que se presentaran las tramas de forma delicada y poco sensacionalista, mostrando lo necesario para dar a entender al espectador lo horrible de un crimen, pero sin deleitarse en detalles escabrosos. Poco duró la alegría ya que ahora parece que las cosas toman un rumbo poco acertado hacia la plasmación de todo tipo de vicios humanos. Si la cosa no vuelve a su cauce, dejará de ser un producto especial a ser uno de tantos. Aunque eso sí, con un buena calidad técnica.

Algún toque de humor y, especialmente, los personajes secundarios aportan aire fresco en unas historias plagadas de sangre y violencia y son el contrapeso de unos protagonistas marcados por un pasado tenebroso y un futuro incierto.

Se trata de una opción para adultos que demuestra lo que se puede hacer en la televisión española y que da un repaso a los últimos productos de ficción con inflación de espectadores como Física o química, Aída, STNHP o Escenas de matrimonio.