Ambiciosa obra artístico-intimista del cineasta danés Lars von Trier
(Europa). Este discípulo de Dreyer y acaso del Bergman existencial,
ofrece otro fascinante ejercicio visual, de un estilo riguroso que
cabría relacionar estética y místicamente con el mencionado Carl
Theodor Dreyer (especialmente, con su trilogía Dies irae, La palabra y Gertud), o emparentar con los melodramas eróticos y religiosos de Douglas Sirk (La primera legión, Tempestad en la cumbre y Sólo el cielo lo sabe).
Con una prodigiosa creación de la británica Emily Watson y una
fotografía realista de Robby Müller, el conocido operador de Wenders y
Jim Jarmursh (el también comentado Dead Man),
quien abusa del gran primer plano, el plano-secuencia televisivo y de
la cámara al hombro con enfoque sobre la marcha, pero sirviendo al
relato, Von Trier divide la narración en siete episodios y un epílogo,
presentados con paisajes manipulados en ordenador y un cromatismo que
recuerda a Bruegel y Magritte, además de subrayarlos insólitamente con
temas y canciones originales de Leonard Coen, David Bowie, Lou Reed,
Elton John, Procol Harum, Jethro Tull y Roxy Music.
Otra cosa es el contenido de la cinta y su voluntad de expresión, a
cuanto a valores yo mensajes connotativos. Me explicaré primero con las
palabras del propio realizador: Breaking the Waves
es una simple historia de amor, algo que hace unos años no se me habría
pasado por la cabeza, pero que últimamente me urgía emprender, porque
sólo así me parecía posible crear y mover personalidades identificables
como seres de carne y hueso. Es una historia en la que todas las
fuerzas actuantes están motivadas por ‘el bien’. El bien impregna todo
lo que ocurre en ella, pero, como siempre, resulta incomprendido y mal
interpretado, y ésta es la causa de que raramente se le encuentre y se
le reconozca. Pero, aunque sea difícil verle, el bien existe, y los dos
protagonistas de la historia son buenos en el sentido espiritual del
término, a la manera de aquel ‘evangelio del amor’ que Dreyer
predicaba”.
En este primer punto, discrepamos seriamente. Si bien en su citado Ordet
(1955), de este maestro del cine nórdico, la fe producía un verdadero
milagro: la resurrección de un muerto; la fe de Bess (que dialoga con
Dios de forma claramente esquizofrénica) le lleva a cometer actos
pecaminosos (aunque en su conciencia le parezcan buenos y tenga la
convicción que lo hace generosamente por complacer o salvar a su
esposo) y, finalmente, a lograr la resurrección de Jan con su inmolación por vía sexual. ¿Cómo es posible obtener del pecado la
virtud, o del Mal el Bien?, cabría preguntarle a Lars von Trier. De ahí
que su apoteósico y significativo desenlace (con la campanas doblando
en el cielo, en celebración del “milagro” y llegada de Bess al Paraíso)
resulte un tanto surrealista y bastante alejado del “realismo
metafísico” atribuido a Dreyer.
En segundo lugar, las obscenidades y el erotismo explícito de Von Trier
también están lejos de la elegancia de los melodramas del referido
Douglas Sirk (Escrito sobre el viento, Interludio de amor, Tiempo de amar, tiempo de morir e Imitación a la vida
y sí, en cambio, muy próximos a la pornografía; cosa que desdice del
estilo pulcro y desnudo que intenta el nuevo realizador danés (40
años). No obstante, son acertados sus duros dardos contra una forma de
fanatismo calvinista (cuyas iglesias no tienen campanas y condenan al
infierno a algunos de sus fieles); aunque todo ello sabe a un enfoque
agnóstico, como si el espiritualismo propuesto por Lars von Trier
quisiera situarse más allá de la razón y de la ley natural.
Tragedia, pues, desgarradora y auténtico cineasta de culto, cuyo
premiado filme tendrá tantos defensores como detractores (vi abandonar
la sala de estreno a una pareja de espectadores jóvenes) y servirá para
polemizar entre el público intelectual y cinéfilo al que va
primordialmente dirigido.
Firma: Redacció
Director: Lars von Trier
Guionistas: Peter Asmussen
Intérpretes: Adrian Rawlins, Emily Watson, Jean-Marc Barr, Katrin Cartlidge, Stellan Skarsgard
Género: -
País: Dinamarca
Fecha estreno: 30/10/1996
Lenguaje: Coloquial
Escocia, años 70. En una pequeña localidad de la costa del Noroeste del país, vive Bess, una ingenua joven (que tiene un historial de desarreglos mentales), protegida por su familia y sumida en el más estricto calvinismo. Enamorada de un mundano obrero, Jan (que trabaja en una plataforma petrolífera del mar del Norte), se casará con él pese a la oposición de los suyos y vivirá una corta pero apasionada luna de miel. Al volver su marido al duro trabajo, éste sufre un accidente que le llevará a la casi total parálisis. Las relaciones entre Jan y Bess quedan truncadas físicamente, pero no así en espíritu. Y ella, empujada por su esposo, inicia una serie de vivencias eróticas que le llevarán a la destrucción, mientras él se recupera de forma milagrosa.
Título original: Breaking the Waves
País: Dinamarca
Duración: 159'
Fecha producción: 1996
Distribuidora: -
Color: Color