¡Qué dilema!

La película, llevada con gracia y buen humor, plantea un tema de fondo donde se valoran la amistad, la lealtad y la sinceridad (genial el discurso de Ronny en el 40 aniversario de los padres de Beth). Los personajes son interesantes y lo mejor es verlos avanzar y enfrentarse a las nuevas situaciones entretejidas por la mentira. Cada uno aporta un valor diferente y te vas adentrando más en sus vidas, ya que “no es oro todo lo que reluce”. Tiene gags muy divertidos (la terapia familiar, los planteamientos previos a las entrevistas de trabajo, sin desperdicio) que te esbozan más que una sonrisa en un contexto de planteamiento más profundo de lo que parece. Otros pueden verla como el prototipo de comedia americana que nos quiere transmitir valores de vuelta como la fidelidad, el matrimonio y que acaba con moraleja “made in USA”. Opinable. Buena para un cine fórum de adultos y amantes de las bandas sonoras de Hans Zimmer, que cuadra perfectamente con la ambientación en Chicago.

Firma: Rosa María Aguilar