A fuego lento

A fuego lento presenta una historia situada en el siglo XIX, concretamente en la cocina de Dodin, un respetado chef que cuenta con la ayuda de Eugénie, su pinche. Durante el transcurso del film vemos cómo se desenvuelve la relación afectiva entre ambos junto a los fogones, creando una especie de triángulo amoroso con estos tres vértices.

La película hace un homenaje a la gastronomía y cultura culinaria francesa, presentando platos increíbles que harían babear a cualquiera. La cocina y la comida son vistas como una ceremonia y  todas las conversaciones importantes se dan siempre alrededor de la mesa. Asimismo, los breves diálogos ayudan, a veces demasiado,  a dirigir toda la atención a los personajes, cada vez que hablan, para no perder detalle.

Las escenas son lentas –que no aburridas–, así como la progresión del vínculo entre Dodin y Eugénie: un amor preparado a fuego lento. Tran Anh Hung crea ambientes extremadamente privados y genera tal intimidad que llega a provocar en el espectador la sensación de que no debería estar presenciando ni escuchando las charlas que se suceden. A la creación de estas atmósferas, ayudan indiscutiblemente las actuaciones de Benoît Magimel y de Juliette Binoche, quienes acaban de elevar el proyecto.

Firma: Laura Corpas