Team Sonic Racing

La crítica del principiante

Un arcade muy divertido

Como os podéis imaginar, estamos ante un arcade de velocidad en la línea del magnífico Mario Kart. Acelerar, frenar y derrapar es el principal cometido de un juego que agradará todo tipo de públicos, desde los más pequeños hasta más nostálgicos. El objetivo, cómo no, es llegar los primeros a la meta a toda costa y, para ello, contamos con muchos tipos de ayudas–algunas nos permitirán correr más o nos harán invencibles, otras pondrán obstáculos a los rivales…-.

La principal novedad es que ahora jugamos en equipo. Esto es importantísimo, porque ya no se reduce a ganar la carrera, sino que el resultado final dependerá de lo que hagan nuestros compañeros. Nos ha parecido una novedad muy interesante, porque añade cierto componente de estrategia respecto a lo que habíamos visto en otros juegos. Por lo tanto, la ayuda mutua es esencial para lograr el triunfo final. Podemos hacer que un compañero noqueado consiga un turbo, pasarle un ítem o dejarle una rastro que le permita superar obstáculos. Con ello rellenaremos una barra de energía que nos ofrecerá un valioso extra.

Opciones para no aburrirse

Si hablamos de las modalidades de juego, este Team Sonic Racing es muy completo. La opción principal es Aventura en Equipo y nos presenta una historia más o menos interesante, así como multitud de pruebas, algunas de ellas muy originales y divertidas. A lo largo de siete amplios tableros –recuerda a los Mario Party– avanzamos por casillas que nos proponen retos de lo más variados. Hay distintos caminos y opciones, siendo muy interesante desbloquear todo para conseguir extras. No será tarea fácil, porque algunas rutas estarán bloqueadas hasta que consigamos un mínimo número de estrellas.

A parte de esta modalidad –que da para bastantes horas- disponemos de carreras clásicas –ya sean individuales o por equipo-, campeonatos o contrarrelojes. Tampoco podemos dejar de lado el sencillo pero efectivo online. Como os podéis imaginar, formar equipo con gente de todo el mundo puede resultar tremendamente divertido… o frustrante. Pero ahí reside la gracia de una modalidad donde encontraremos todo tipo de modificaciones –como las de eliminación-.

Todo el encanto de Sonic

A diferencia del anterior título de la saga, en esta ocasión solo disfrutamos de personajes del universo Sonic. Algunos como Knuckles, Tail, Eggman o Metal Sonic son de sobras conocidos. Otros, como Big the Cat, nos han parecido menos acertados. Echamos en falta algunos personajes que sí aparecían en la anterior entrega y que son estandartes de Sega. Sin embargo, todos se han quedado por el camino.

Mejorando mi coche

Otro punto a su favor es el competente grado de personalización que tiene el juego. Además de los típicos elementos visuales, hace bastante énfasis en el aspecto mecánico. Es importante desbloquear ciertas mejoras en las pruebas y, así, potenciar cada vehículo. Y es que, no todos los personajes y coches funcionan igual. Encontramos de tres tipos: velocidad, técnica y potencia. Cada uno, tiene sus puntos fuertes y débiles. Por ello, cuando competimos en equipo, es esencial la cooperación. Pero es que, además, la personalización nos permite mejorar sus atributos, compensando diferentes aspectos de los coches y potenciando otros.

Por último, solo decir que gráficamente el juego es bonito, colorista y variado. Los escenarios son muy vistosos y están llenos de detalle. Los veintiún circuitos son todo un homenaje a la saga. Además, la sensación de velocidad está muy bien conseguida y el control responde a las mil maravillas.

Lo mejor:

Divertido, accesible y exigente a partes iguales.
El modo online es tremendamente divertido.

Lo peor:

Se han perdido personajes de Sega icónicos, como Shiobi, Shenmue, etc.
Hay pruebas muy divertidas que no abundan demasiado.

Conclusiones:

Team Sonic Racing es un juego divertido, completo y muy variado. Quizás no mejora la anterior entrega, pero no por ello deja de ser un título notable en todos sus apartados. Os mantendrá entretenidos durante horas y, lo que es mejor, con el tiempo lo volveréis a jugar una y otra vez.
En cuanto a su contenido, gustará especialmente a los más pequeños –hasta los 10-12 años-, pero es disfrutable por todo tipo de públicos, especialmente por los más nostálgicos. Estamos, sin duda, ante uno de los juegos más simpáticos del año y uno de los mejores de su género.