Un arcade tan simpático como estrafalario protagonizado por Wario.
La crítica del principiante
Wario, el antagonista más simpático de Nintendo, lleva con nosotros desde la mítica Game Boy, con aquel maravilloso Wario Land. Su estilo gruñón pero carismático le ha convertido en todo un imprescindible a lo largo de la historia de Nintendo. Pese a que hace años que no se publica una aventura plataformera protagonizada por este, lo cierto es que hemos ido recibiendo grandes títulos con un denominador común: los minijuegos.
Microjuegos, que no minijuegos
A diferencia de juegos como Mario Party o los Rabbids, las pruebas de este WarioWare son mucho más breves, de escasos segundos, de ahí que hablemos de microjuegos en lugar de minijuegos. En resumen, se trata de desafíos de escasa duración tan disparatados como originales. En total, nos esperan un total de 200 desternillantes pruebas que sacan el máximo partido a nuestros movimientos y a los joy-cons. Por cierto, os recordamos que es obligatorio tener una Nintendo Switch clásica o modelo Oled para jugarlo.
La consola Switch Lite no es compatible al no poder desacoplar los mandos.
La forma de jugar de este WarioWare se centra especialmente en nuestros movimientos y en las funciones de los mandos. Cada prueba comienza con la explicación y origen de la postura que debemos tomar y a partir de ahí, nos esperan todo tipo de desafíos.
La gracia reside en descubrir qué hacer en cada uno e ir superándolos en el menor tiempo posible. Con todo, el juego es muy simple, pero nos picaremos de lo lindo intentando superar nuestros tiempos, así como intentando descubrir pruebas ocultas. Además, se han introducido nuevos personajes jugables, lo que se traduce en que cada nivel se completa de diversas maneras, ya que cada personaje interactúa de una manera distinta.
Mucha marcha por delante
Además de la historia principal, en la que Wario y sus amigos se van a una isla paradisíaca como premio por comprar hamburguesas, disponemos de otros modos de juegos que nos divertirán tanto o más. En esta ocasión se ha potenciado el multijugador y nos parece un gran acierto, porque es un título ideal para jugarlo en compañía.
Asimismo, tenemos misiones especiales e incluso desafíos semanales que se irán actualizando continuamente. Por último, Popurrí nos ofrece desafíos para hasta cuatro jugadores.
Un juego social distinto al resto
WarrioWare: Move it! es tan divertido como particular. Como juego social, poder jugar con amigos es esencial para exprimirlo al máximo. Ahora bien, a diferencia de otros títulos como Mario Party, Just Dance o los Rabbids, aquí podemos divertirnos perfectamente en solitario. Además, su estilo artístico -con extravagantes escenarios- y sino por su propuesta jugable lo hacen diferente al resto. Podríamos decir que es un juego muy japo, por lo que dividirá al usuario.
Lo mejor:
Tremendamente original.
Mucho contenido por descubrir.
Lo peor:
Las pruebas son muy cortas.
Pese a la cantidad de pruebas, se hace corto.
Conclusiones:
WarioWare: Move it! es un arcade de estilo social con una propuesta muy japo, diferente a todo lo demás. La cantidad de contenido, así como los desternillantes microjuegos son su principal reclamo. Si lo jugáis con otros jugadores, lo pasaréis en grande. Eso sí, necesitáis sí o sí una Switch con los joy-con desacoplables (no sirve el modelo Lite).
WarioWare: Move it! es la nueva entrega protagonizada por el simpático archienemigo de Mario. Con 200 minijuegos, este arcade para jugarlo con amigos resulta tan original como divertido.
