Uncharted: Colección Legado de los ladrones

La crítica del principiante

Desde que debutara en PS3, Nathan Drake se ha convertido en todo un referente de las aventuras de acción y plataformas. Todas y cada una de sus entregas han sido excelentes -inclusive El Abismo de Oro, uno de los mejores títulos de la malograda PSVita-. Después de su supuesto final, la saga debuta en PS5 con una colección que incluye su última entrega y la expansión de esta. ¿Valdrá la pena?

Aventura de acción y plataformas

La esencia de Uncharted siempre ha sido la de Indiana Jones o Tomb Raider: un joven aventurero debe buscar un tesoro milenario y para conseguirlo tendrá que enfrentarse a mil y un peligros. La fórmula se mantiene en ambas entregas, si bien Uncharted 4 está protagonizado por el propio Nathan, mientras que El Legado Perdido lo encabezan Chloe y Nadine (dos viejas conocidas de la saga).

En ambos casos, se nos presentan aventuras en la que las plataformas y la acción están repartidas a partes iguales. No faltan las fases en las que debemos saltar de saliente en saliente, escalar una montaña o encaramarnos a la cornisa más imposible que podamos imaginar. Los nuevos objetos nos ayudarán en tal ardua tarea, como un gancho con cuerda con el que treparemos y nos engancharemos a todo filo imposible.

Todo ello viene acompañado, lógicamente, por ingeniosos puzles que nos obligan a explorar al 100% el amplio mapeado de cada capítulo y por fases de conducción a bordo de un 4×4 e incluso de un barco.

Por otro lado, tampoco faltan las fases rebosantes de acción en las que debemos enfrentarnos a peligrosas bandas criminales que pretenden sacar fortuna de esos milenarios tesoros. Estos momentos son muy intensos y en ellos los enemigos demuestran una IA muy bien trabajada. En el caso del Legado Perdido, se hace más hincapié en el sigilo, si bien acabamos resolviendo todo al más puro estilo de la saga.

En resumen, ambos juegos nos ofrecen dos aventuras muy completas y equilibradas, aunque en el Legado Perdido se pierde un tanto la intensidad y el ritmo por su estilo más de “mundo abierto”.

El final de un viaje

Pese a que este tipo de títulos no destacan especialmente por su argumento, esta colección nos explica el cierre de una gran saga (todavía no sabemos si tendremos quinta entrega). Como ha ocurrido con otras grandes series, ambos juegos gustarán a cualquier jugador, si bien los apreciarán más los fans de siempre. Los personajes de la cuarta entrega son más maduros y sus historias están muy bien trenzadas y, tanto Chloe como Nadine, añaden interesantes matices a modo de epílogo.

Grandes superproducciones para PS5

Ambos títulos son juegos a la altura de las mejores producciones de cine. Su belleza visual es excelente, con unos escenarios y animaciones brillantes. El salto gráfico de PS4 a PS5 se nota, si bien no por una cuestión puntual, sino de las sensaciones generales que se transmiten a la hora de jugar. La fluidez de las partidas, la ausencia de tiempos de carga, la iluminación… Los cambios se notan especialmente si jugamos en modo rendimiento.

La pregunta es, ¿vale la pena si tenemos los juegos en PS4? La respuesta es la misma que decimos cuando analizamos ciertos juegos de Switch. Si no habéis disfrutado de alguno de estos grandes títulos en PS4, el sí es rotundo. En caso contrario, dependerá de si os habéis terminado a alguno o los dos juegos. De todos modos, es una oportunidad excelente de revivir ambas aventuras.

Lo mejor:

Uncharted 4 es un auténtico juegazo.
Uncharted: El Legado Perdido es una expansión muy completa.

Lo peor:

Se echan en falta algunas novedades más que justifiquen su compra.

Conclusiones:

Uncharted: Colección Legado de los ladrones es una excelente recopilación que incluye los dos títulos que cierran la historia de Nathan y compañía. Si no los habéis jugado, son dos aventuras que encantarán tanto a los fans de la serie como a los que busquen un juego de aventuras y acción de gran calidad. Eso sí, si ya los tenéis, encontraréis pocos motivos para volver a jugarlos.

En cuanto al contenido, ambos juegos están enfocados a un público adolescente-adulto, tanto por la complejidad de algunas plataformas como por los numerosos momentos de acción, así como por la trama adulta y profunda. Es cierto que no es violencia gratuita ni injustificada, pero no es la más adecuada para los más pequeños.