Oblivion Remastered supone el regreso en alta definición de uno de los primeros grandes colosos del rol en mundo abierto.
La crítica del principiante
Volver a Oblivion es como reencontrarse con un viejo amigo. Uno con el que compartimos cientos de horas de aventuras, combates y descubrimientos. Casi veinte años después de su lanzamiento original, esta remasterización nos da la oportunidad de regresar a Cyrodiil, pero con una nueva capa de pintura y algunas mejoras que hacen más fácil sumergirse otra vez en su mundo.
No es una simple excusa para jugar con la nostalgia. Esta nueva versión busca también convencer a quienes nunca pisaron el mundo de The Elder Scrolls IV. ¿Será capaz de marcar a otra generación?
Una historia épica que sigue funcionando
Aunque el paso del tiempo se nota en algunas cosas, la historia principal de Oblivion sigue siendo tan épica como la recordábamos. Desde el asesinato del emperador hasta la aparición de portales hacia otras dimensiones, hay suficientes giros y momentos épicos como para mantenernos enganchados.
Pero donde más brilla el juego es en sus misiones secundarias. Son originales, extrañas y, muchas veces, inolvidables. Desde investigar a un vecino paranoico hasta encontrar un pueblo que no se ve a simple vista, la verdadera magia está en los detalles que encontramos fuera de la trama principal. Tal y como ocurría también en Skyrim o en The Witcher 3, la sensación es que no hay nada de relleno, todo merece la pena ser explorado.
¿Qué cambia en este remaster?
El cambio que más llama la atención es el gráfico. Ahora el juego se ve infinitamente mejor, con paisajes más detallados, iluminación más realista y efectos visuales mucho más modernos. En general, el apartado gráfico luce muy bien, si bien las caras y expresiones de algunos personajes siguen estando poco definidas. Eso sí, no todo es perfecto ya que el rendimiento gráfico no es del todo estable, con bajas de texturas repentinas que llaman la atención.
Lo viejo con un toque nuevo
El sistema de juego se mantiene bastante fiel al original. Es decir, seguimos con esa mezcla de aventura y exploración, misiones que aparecen de cualquier lugar, combate en primera persona y mejora de nuestras habilidades como buen juego de rol. Pero también hay pequeños ajustes que se agradecen, como poder esprintar o una cámara en tercera persona más útil.
Pese a los cambios, el combate sigue siendo uno de los puntos más flojos. Sigue siendo rígido y poco jugable, más si lo comparamos con el de Skyrim.
Lo mejor:
Este remaster es que mantiene intacta la esencia de Oblivion.
Los escenarios siguen siendo mágicos y su mundo sigue invitando a explorar sin rumbo.
Las historias secundarias.
Lo peor:
Bastantes errores técnicos.
El combate en primera persona sigue siendo tosco.
Conclusiones:
Oblivion Remastered es un notable juego que encantará a los fans de la saga The Elder Scrolls y, especialmente, a los que jugaron al juego original. No es un juego sencillo tanto por su planteamiento como por el combate, por lo que va enfocado a un público muy concreto.
Como ocurre con este tipo de juegos de fantasía medieval, tanto por el argumento como por el sistema de combate, por la crudeza de enfrentamientos y escaramuzas, así como ciertas escenas subidas de tono, es un título dirigido al público adulto.
Un remaster que pone al día un título de rol que marcó un antes y un después. Claramente enfocado al público adulto.