Sonic Frontiers

La crítica del principiante

Todos los cambios cuentan con detractores y defensores a partes iguales. Y es precisamente lo que ha marcado el desarrollo de esta nueva aventura de Sonic. Que si no estaba a la altura, que si no era un Sonic de verdad… La realidad es que disfrutaréis de un juego completo, bien hecho y repleto de cosas por hacer.

¿El Sonic Adventure del S.XXI?

Si los tres primeros Sonic en 2D marcaron una época, lo mismo ocurrió con Sonic Adventure en la malograda Dreamcast. La primera gran aventura del erizo en 3D supuso toda una revolución que no ha sabido tener continuidad… hasta ahora.

En Frontiers acompañamos a Sonic en un desarrollo que permite movernos libremente por escenarios abiertos en los que no hay una meta a la que llegar a toda velocidad, sino que podremos recorrer e investigar a nuestro antojo. Esto no quiere decir que Frontiers renuncie a la esencia de la saga -con carreras contrarreloj-, sino que le da otro enfoque. A lo largo de las cinco islas que forman el juego tendremos que completar innumerables retos, superar misiones principales y secundarias a la vez que buscamos las Chaos Emeralds.

De hecho, el desarrollo es más complejo de lo habitual. Resumiéndolo y para que lo entendáis, en cada isla tendremos que enfrentarnos a unos grandes titanes (¿alguien dijo Shadow of the Colossus?). Para ello, tendremos que transformarnos en Super Sonic. Pero esta no será tarea sencilla pues, para lograrlo, deberemos recuperar previamente siete esmeraldas con las llaves que encontremos en los muchos portales que pueblan la isla. En esencia, un desarrollo en cadena amplio y repleto de cosas por hacer.

Combinado clásico y moderno

Los escenarios abiertos están repletos de vida y cosas por hacer. Nos encontraremos con tareas secundarias tales como recoger criaturas, derrotar enemigos o desbloquear nuevas zonas de mapa -previo minijuego-. Ninguna de ellas resulta aburrida y nos permitirán mejorar a nuestro personaje poco a poco.

Dejando el ritmo pausado de estos escenarios, las fases del espacio -en las que conseguimos llaves- se estructuran como las de los Sonic de toda la vida. Corremos a contrarreloj hasta llegar a la meta por escenarios que recuerdan a algunos míticos en la saga -como Green Hill-. En total, una treintena de desafíos que no nos pondrán las cosas fáciles.

Para ello, Sonic tendrá nuevas habilidades, como la que nos permite golpear al enemigo más cercano y salir revotado o el cibergiro, que nos permite crear un círculo que afecta a todo lo que quede dentro.

Gráficamente, el juego funciona bien pero con matices. Es verdad que los escenarios están algo vacíos pero el rendimiento gráfico es correcto en líneas generales. No ocurre lo mismo con consolas de nueva generación, donde el popping es exagerado (recordemos que el popping es el efecto por el cual los elementos aparecen y desaparecen en el escenario repentinamente). Además, todo es bastante oscuro -algo propio de la trama-, por lo que desluce el resultado.

Lo mejor:

Innovador como pocos juegos de la franquicia.
La mezcla de propuestas: clásico y moderno.

Lo peor:

Algunas pruebas y escenarios resultan menos interesantes.
El apartado gráfico es correcto, sin más.

Conclusiones:

Sonic Frontiers es una notable aventura que combina plataformas, acción y puzles y que lleva al veterano Sonic a otra dimensión. Pese a las dudas iniciales, dadle una oportunidad, os sorprenderá.