Monster Hunter Rise

La saga Monster Hunter lleva años batiendo récords en Japón. Desde que debutara en PSP, su éxito ha sido apabullante, acumulando una gran legión de fans no solo en el país nipón, sino también en territorio europeo y americano. Después de un compás de espera de tres años desde que saliera Monster Hunter World, ahora nos llega una entrega exclusiva para Nintendo Switch. ¿Preparados para la cacería?

En un lugar de Japón de cuyo nombre no quiero acordarme…

Podría tratarse de una alegoría a la obra de Cervantes, pero lo cierto es que Monster Hunter nos traslada a lo más profundo del Japón feudal (una vez más), en una mezcla entre lo que sería la época samurái y la fantasía de Juego de Tronos. Después de crear a nuestro personaje, aparecemos en la aldea de Kamura, un recóndito lugar en medio de una zona frondosa. Allí nos destinan como cazadores para defenderlo y mantener el orden. Sin embargo, los problemas crecen cuando se inicia lo que se conoce como el Frenesí, un periodo ancestral en el que los monstruos y las criaturas salvajes se vuelven de lo más violentas.

A partir de entonces comenzará nuestra heroica tarea para defender nuestro pueblo frente a todo tipo de peligros. Y creednos, no serán pocos.

Misma fórmula, mismo éxito

La historia de Monster Hunter Rise no es que sea la más original e innovadora del género, si bien sirve de pretexto para enfrentarnos a una gran cantidad de criaturas gigantescas y monstruosas a lo largo de misiones principales y secundarias. En esencia, tendremos que acometer tres tipos de encargos: de exploración, de recolección y de cacería. Ninguno de estos planteamientos resulta especialmente original, residiendo en los combates su principal reclamo.

Eso sí, llegados a este punto es importante precisar cuatro consideraciones. En primer lugar que, o bien somos fans de este tipo de juegos, o bien lo dejaremos de lado al cabo de un par de horas. En segundo lugar, su marcada ambientación asiática. No es algo negativo, pero todo respira aires japoneses, lo que limitará bastante a quienes busquen otro tipo de juego. Tercero, es que estamos ante un título que tiende a ser repetitivo. Es verdad que los monstruos varían y que cada uno tiene un comportamiento distinto –por lo que cada batalla es diferente-, pero da la sensación de avanzar poco. Y, por último, que la historia carece de demasiado interés.

Mucha acción y algo de crafteo

La esencia del juego radica en las batallas. El control en las mismas es sencillo, con ataques potentes, ataques rápidos y esquivas, a lo que se suman combos y combinaciones de todo tipo. Lógicamente, según el arma seleccionada dispondremos de unos ataques u otros. Asimismo, para esta entrega podremos montarnos y controlar a los enemigos una vez les hayamos infringido suficiente daño.

Todo ello hace que los combates sean intensos y entretenidos. A ello ayuda el componente de crafteo que nos permite recolectar objetos para crear nuevas armas, así como demás ítems valiosos.

Lo mejor:

Los combates son espectaculares y muy variados.
La ambientación está muy bien recreada.

Lo peor:

Es un juego muy oriental.
Puede resultar repetitivo.
La historia no es la más original jamás creada.

Conclusiones:

Monster Hunter Rise es un notable título de acción para Switch que tiene en los intensos combates y en sus gigantescas criaturas su principal aliciente. También es cierto que la historia es poco original y que resulta algo repetitivo a medida que avanzamos. Ahora bien, es una interesante propuesta para quienes disfruten de juegos de acción. PEGI lo enfoca para mayores de 12 años puesto que no resulta especialmente brutal pese a que se centra en la acción. Creemos que, por el estilo de juego, se dirige más al público adolescente dada su complejidad creciente.