Un divertido arcade de velocidad que cumple en lo jugable pero no en lo visual.
Los juegos de carreras no abundan en la consola híbrida de Nintendo. De hecho, quitando los excelentes Mario Kart y Crash Team Racing o el notable Burnout y Need for Speed Hot Pursuit, poca oferta más encontramos. Es contradictorio porque, teniendo en cuenta el éxito de la consola, lo normal sería haber visto juegos de Fórmula 1 o del Mundial de Turismos pasearse por ella. Para llenar este hueco, nos llega Hot Lap Racing. ¿Vuelta rápida o descalificación?
Un simcade para todos
Hot Lap Racing intentará agradar a todos los usuarios, tanto aquellos que busquen un arcade directo y sin complicaciones como los que preferían un simulador más realista. Lo cierto es que el título se encuentra a medio camino, ofreciendo una jugabilidad mayormente accesible, aunque con condiciones. De entrada, disponemos de un buen número de ayudas que ajustar en el coche. Por lo general, debemos cuidar mucho no salirnos de pista, pues un error o un choque con un rival suele dejarnos en mala posición. No serán pocas las pruebas de Contrarreloj que tendremos que repetir por una frenada tardía o una salida de pista. Eso sí, tampoco es un título exigente -como el citado F1, Gran Turismo o Forza-.
Juego para rato
En cuanto a horas de juego, Hot Lap Racing ofrece contenido de sobras. La campaña principal nos invita a conseguir piezas para nuestro coche, de tal manera que podamos competir en la competición definitiva y tener el mejor coche. Para ello, deberemos superar numerosos retos y pruebas basado en carreras y en marcas individuales. No es que haya demasiada variedad, pero tampoco se hace repetitivo. A esto se suma el multijugador que, si bien está algo vacío, nos permite competir en línea o a pantalla partida.
Un juego de otra época
Donde Hot Lap Racing pincha es en el apartado visual. Pese a que no somos especialmente exigentes en esto, creemos que un juego de velocidad tiene que cuidar mucho este punto por dos motivos: por la sensación de velocidad relacionada con las físicas de los coches y por el contexto gráfico de los circuitos, que ayudan al jugador a sentirse dentro del juego.
En este sentido, Hot Lap Racing pincha bastante. Las físicas de los coches son bastante pobres -con poco nivel de detalle-, además sufre de algunos enganchones puntuales y la cámara tampoco es la mejor. Por todo ello, hace que parezca más un juego de la generación anterior que de esta.
Lo mejor:
Mucho contenido.
En lo jugable es divertido.
Lo peor:
Visualmente queda muy desfasado. Switch soporta mucho más.
La IA de los rivales patina.
Algunas pruebas nos llegan a frustrar.
Conclusiones:
Hot Lap Racing es un agradable intento de acercar el mundo de la velocidad a Nintendo Switch. Es de alabar el interés por expandir un género que ha sido ignorado por Nintendo y demás compañías pese al éxito de la consola. Por ello, es fácil recomendar este Hot Lap Racing, pues la competencia no es férrea -como sí ocurre en PS5 o Xbox Series-. Ahora bien, es un juego que adolece de varios aspectos. Visualmente es bastante justito y las físicas no acompañan. Tampoco ayuda que algunas pruebas sean desesperantes -un mínimo fallo nos hará repetir-. Pese a todo, es una opción a tener en cuenta para pasar un rato entretenido.
Hot Lap Racing es un interesante simcade de velocidad que llega para cubrir el vacío de juegos de carreras en la consola híbrida de Nintendo. ¿Lo conseguirá?
