Gran Turismo 7

Análisis

Gran Turismo 7 es una enciclopedia virutal del mundo del motor.


Gran Turismo es sinónimo de calidad y realismo. Desde aquellas primeras entregas en PSOne, siempre ha ofrecido la simulación más real y completa. Ahora, ocho años después de la última entrega numerada, llega GT7.

Un juego inmenso

La saga Gran Turismo siempre se ha caracterizado por dos elementos: la simulación realista y un amplísimo garaje para coleccionar. En la anterior entrega, sin embargo, se había dejado de lado el componente coleccionista en detrimento de la faceta online competitiva. En GT7 volvemos a las raíces de la saga gracias a una gran modalidad para el single-player o jugador en solitario -llamada para la ocasión GT Café-. Esta opción sirve como hilo conductor y centro neurálgico a través del cual encontramos todo tipo de retos, misiones y opciones.

La estructura es la de siempre, similar incluso a la de un juego de rol: obtenemos licencias, superamos misiones, desbloqueamos nuevos retos con nuevos requisitos y, así, sucesivamente. Conforme logramos victorias seremos premiados con coches, créditos -la moneda del juego con la que comprar nuevos vehículos, ya sean nuevos o de segunda mano-, licencias, modalidades y un pedacito de historia. Y es que, por encima de todo, Gran Turismo 7 es un verdadero homenaje al mundo del motor tanto en vehículos como en fotografías y datos. Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que es una verdadera enciclopedia interactiva del automóvil. Tanta información puede abrumar al jugador más casual, eso sí.

Un garaje repleto de estrellas

GT7 es enorme en todos los sentidos. También en el garaje. En total, disponemos de más de 400 coches perfectamente recreados y con innumerables diferencias jugable entre ellos. Nos desesperaremos con el Fiat 500 (que desbloqueamos con el tercer libro), un coche lento pero fácil de manejar; pero también con el Porsche VGT, un prototipo con más de 1000 caballos de potencia y cuyo control es tremendamente complicado. Y es que, los retos y desafíos de Gran Turismo 7 suponen un aprendizaje continuo tanto por la potencia de los vehículos como por sus propias características. Además, podremos tunear y configurar hasta las últimas características de cada coche.

Por otro lado, disponemos de una buena cantidad de circuitos. Todos son muy diferentes entre sí. Unos son urbanos, otros de competición, unos abiertos, otros cerrados… Además, podemos recorrerlos a distintas horas del día y de la noche -con distintos grados de iluminación según el momento del día-, por lo que tendremos que adaptarnos a la visibilidad del momento. Es cierto que la mayoría de estos circuitos ya los vimos en GTSport y solo cuatro son nuevas incorporaciones de viejos conocidos, pero no da la sensación de reciclaje respecto a la anterior entrega.

Realismo adaptable

La jugabilidad de Gran Turismo siempre se ha caracterizado por buscar la simulación máxima. Cómo es lógico, podemos adaptar ciertas características, como el control de tracción, pero la exigencia es considerable. Aquí tenemos que trazar las curvas como es debido o acabaremos fuera de la carrera. Quizás los jugadores más casuales no acaben identificándose con esta jugabilidad, pero es una auténtica referencia en los simuladores. No llega al realismo de los Assetto Corsa pero la sensación de realismo está muy conseguida.

También encontramos diferentes variaciones climatologías, que no solo son un detalle gráfico, sino que en lo jugable también se nota muchísimo. Especial mención a los cambios que se producen a mitad de carrera, lo que puede comportar una ventaja o desventaja insalvable, por lo que añade un componente de incertidumbre.

Entre las pocas cosas negativas que podemos atribuirle y que se heredan de anteriores entregas son la prácticamente nula existencia de daños en los coches y el sistema de colisiones, bastante arcaico. Seguimos sin entender por qué ese realismo visual no se refleja en el momento en que chocamos con un rival. Está a años luz de juegos como F1 o el mismo Forza.

Como apunte diremos que el control del DualSense de PS5 roza la perfección. Los gatillos adaptativos hacen que la conducción sea muy natural y progresivo, haciendo que sea igual de entretenido y real que si lo jugamos con volante.

Belleza visual

Gráficamente, el juego es un auténtico referente. Los coches tienen un nivel excelente y los circuitos un grado de detalle sorprendente. Además, los efectos de luz son únicos y los ciclos de día-noche, están realizados perfectamente. En PS4 rinde muy bien, pero en PS5 luce en todo su esplendor.

Lo mejor: 

Es una enciclopedia digital. La mezcla perfecta entre cultura, automovilismo y entretenimiento.

Lo peor:

Los daños en los coches siguen siendo casi inexistentes…

Conclusiones

Gran Turismo 7 es un maravilloso homenaje a la velocidad. Es la apuesta ganadora después de un GTSport que se ganó tanto una legión de fans como de detractores por su giro radical hacia la competición online. Con GT7 se regresa a las raíces de la saga, pero se llevan a una nueva dimensión.

Respecto a su contenido, está recomendado para todos los públicos, si bien el grado de exigencia hace que lo recomendamos mínimamente para 12-14 años.

ficha técnica

Género: Carreras

Subgénero: Simuladores

Plataformas: PS4

Fecha lanzamiento: 04/03/2022

Público

TP

Valoración

Contenido

Humor

Acción

Violencia

Sexo

Regresa el mejor simulador de motor, vuelve Gran Turismo. La nueva entrega debuta en PS5 con un título muy completo y realista.

Idiomas: Castellano

¿Juego en red?: 0

Número de jugadores: 1-2

Precio: 79,95€

Distribuidora: Sony

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