Kojima nos presenta una aventura única y emocional que sigue la estela de la primera parte.
Cuando en 2019 llegó Death Stranding, muchos sentimos que Hideo Kojima (el famoso creador de la saga Metal Gear Solid) había creado algo diferente a todo lo que conocíamos. Ahora, con Death Stranding 2, volvemos a encarnar a Sam Porter Bridges en una aventura que sigue siendo especial -que busca a un tipo de público muy concreto- y que además ha aprendido de sus errores para ofrecernos una experiencia mejor. Esta secuela no busca sorprender tanto como la primera parte, pero sí emocionarnos.
Una historia que toca el corazón
Antes de centrarnos en el argumento de Death Stranding 2 os hemos de avisar que es muy recomendable haber jugado a la primera entrega. Como es habitual en los juegos de Kojima, sus historias son complejas y están repletas de giros de guion, por lo que conocer los hecho del primer Death Stranding se nos antoja casi obligatorio.
En esta nueva historia, acompañamos a Sam una vez más, mientras cuida de Lou (el bebé de la primera entrega) y trata de mantenerse al margen de las UCA (los nuevos estados creados a raíz del primer juego). Más pronto que tarde, se verá empujado de nuevo a la acción gracias a Fragile, quien le animará a conectar nuevas regiones. El viaje nos llevará por lugares tan distintos como México o Australia, conoceremos nuevos personajes y nos reencontraremos con viejos conocidos.
Lo cierto es que la historia engancha y está a la altura de una gran superproducción de Hollywood, con cinemáticas largas pero intensas y un argumento de lo más emocional -incluso nos hará soltar alguna lágrima-. Eso sí, como en la primera entrega, tarda en arrancar.
¿Alguien dijo Uber?
La esencia de Death Stranding sigue siendo la misma: caminar, planificar rutas, cuidar de la carga y ayudarnos de construcciones existentes. Ese era el objetivo del primer juego y se repite en esta secuela, pero ahora todo es más variado. En esta nueva entrega disponemos de nuevos artilugios y vehículos que facilitan nuestro trabajo, desde guantes de escalada hasta exoesqueletos y un potente todoterreno. Todo ello con el fin de llegar a lugares antes insospechados. También se ha mejorado la manera de transportar las cargas, con un nuevo sistema de raíles que permite recorrer los escenarios rápidamente.
Como os podéis imaginar, realizar una ruta no será tarea sencilla. A los peligros existentes sumamos la variable del clima, que nos pondrá las cosas bastante complicadas.
Combate y sigilo: más opciones, más diversión
El clima y el paisaje no serán los únicos que nos pongan las cosas difíciles. No podemos olvidarnos de los enfrentamientos. Las fases de acción son importantes, aunque casi es más importante el sigilo. Respecto al primero, ahora tenemos más armas, mejor manejo de las mismas y enfrentamientos más dinámicos, tanto contra humanos como contra nuevas criaturas. El sigilo también ha mejorado, con herramientas que nos permiten movernos sin ser detectados. Y, como no podía ser de otro modo, los enfrentamientos contra los jefes finales son de lo más espectaculares.
Un espectáculo visual y sonoro
¿Qué podemos esperar visualmente de esta secuela? Pues que, sencillamente, es impresionante. Las cinemáticas son puro arte y rinden a un nivel increíble. Sin embargo, lo que nos ha dejado boquiabiertos es el nivel de detalle y el realismo de los paisajes y entornos. Todo es tan natural y realista, que más de una vez nos quedaremos embobados mirándolos.
Lo mejor:
La historia, emocionante y profunda.
Los momentos de acción han mejorado considerablemente.
La belleza visual, de lo mejor de PS5.
Lo peor:
La historia tarda en arrancar.
La propuesta jugable no es para todos los públicos. Es un juego particular, para lo bueno y para lo malo.
Conclusiones:
Death Stranding 2 es una obra única en todos los sentidos. Pese a que su propuesta no es la más comercial, tiene un encanto único. Quienes le den una oportunidad encontrarán un título profundo, emocionante y una historia que nos enganchará de principio a fin. Es un juego para disfrutarlo con calma y que nos permite reflexionar sobre muchos temas -las relaciones humanas, el mundo en el que vivimos…-. Eso sí, también puede general el efecto contrario y parecernos tedioso, simple y aburrido. Si somos capaces de entrar en su argumento, descubriremos una obra maravillosa. Larga vida a Kojima.
Una aventura personal y profunda dirigida a un tipo de jugador muy concreto. Esta aventura de caminar, acción y sigilo encantará a los fans de Kojima.