La crítica del principiante
Con sabor clásico
Cuphead es considerado como uno de los juegos revelación del año, no sólo por su estética, muy cuidada y trabajada, sino por lo sencillo y adictivo de su propuesta.
Como juego de acción-plataformas, nos propone superar niveles en 2D de dos tipos: fases en las que nos enfrentamos a enemigos finales y otras en las que superamos una zona de puro plataformeo (sato y esquivar) sin enfrentamiento final contra un rival. Unas y otras resultan tremendamente desafiantes.
Como podéis ver, su fórmula es muy parecida a la de juegos 2D como Rayman Legends o New Super Mario Bros. Sin embargo, el punto diferencial de Cuphead es su elevadísima dificultad. Y es que, con sólo tres oportunidades por nivel (si morimos tendremos que repetirlo), debemos superar unas fases que ya resultan complicadas en el nivel más bajo de los dos que ofrece el juego. Por ello, tendremos que repetirlas una y otra vez hasta que nos hagamos con la mecánica de ataque de los enemigos.
Eso sí, para facilitarnos algo la tarea, disponemos de un control muy sencillo y que responde perfectamente. Consiste en pulsar dos botones de acción y el pad direccional. Además, podemos comprar una serie de potenciadores que nos permitirán atacar más fuerte, apuntar automáticamente, una vida extra…
Una historia muy poco infantil
La trama del juego nos trae a Cuphead y Mugman, dos seres del imaginario mundo que se nos presenta. En un intento por divertirse, van al casino y comienzan a ganar apuestas. Tal es su adicción que, cuando las cosas van mal, deciden apostar sus almas con el mismísimo diablo…. El resultado, como podéis imaginar, no será muy favorable. Un pacto de última hora les permitirá recuperarlas a cambio de las almas de todos aquellos que no han pagado sus deudas.
Como podéis ver, pese a que en estos juegos el argumento es secundario, se trata de una trama más oscura de lo que parece. Creemos oportuno destacarla porque el juego está catalogado como apto para todos los públicos. Sin embargo, tanto la historia como el diseño de los enemigos y, sobre todo, la dificultad, lo hacen más apropiado para un público adolescente-adulto.
Como apunte final, el diseño gráfico es una maravilla. Recuerda al estilo Disney de los primeros metrajes de Mickey y tanto personajes como escenarios tienen mucho detalle.
Lo mejor:
Plataformas puro con alta dificultad. Destila sabor clásico.
Muy rejugable en ambas dificultades. Control muy sencillo y fiable.
Lo peor:
Dificultad desquiciante, sobre todo para los usuarios más jóvenes.
La trama no es adecuada para niños pequeños pese al PEGI +3.
Conclusiones:
Cuphead se gana por méritos propios ser una de las revelaciones del año. Es un juego simple pero con las ideas muy claras. Además su estética está muy bien cuidada y es suficientemente variado como para no aburrir. Su endiablada dificultad es un punto a su favor, sobre todo para los usuarios más veteranos. Sin embargo, no nos parece un juego para todos los públicos, especialmente para los más pequeños. Tanto por la mencionada dificultad como por la “engañosa” trama.
Firma: J. Carlos Amador
Os presentamos uno de los juegos más aclamados del año. Un plataformas de acción de los de la vieja escuela, con una dificultad endiablada y muy original. Eso sí, no es tan infantil como parece.