Little Nightmares 2

La crítica del principiante

Little Nightmares fue una de las sorpresas más agradables de 2018. Aquel título de plataformas y terror tenía como principal virtud su cuidada ambientación. Ahora, nos llega su segunda parte, que mantiene todo lo bueno de su predecesor. ¿Queréis conocerlo mejor?

Una aventura terrorífica

La esencia jugable de Little Nightmares se mantiene intacta en esta segunda entrega. Nos espera un juego que combina las 2D y las 3D, de tal manera que nos movemos siempre de izquierda a derecha, pero los escenarios gozan de cierta profundidad.

Tres son los elementos esenciales que resumen el título: plataformas, exploración y puzles. De entrada, estamos ante un juego que nos obliga a superar continuos obstáculos a base de saltos. Mono, el protagonista, podrá correr, saltar, lanzar objetos, agacharse, agarrar… y cooperar con Six –controlada por la consola-. Asimismo, muchas de estas plataformas se presentan como una contrarreloj por la constante huida de los enemigos.

La exploración de los escenarios es también importantísima. Además de coleccionables, encontraremos numerosos objetos esparcidos y ocultos. Asimismo, en la exploración reside la clave que nos permitirá solucionar los numerosos puzles que nos esperan y que aportan un grado extra de dificultad al juego.

Terror psicológico

El cuarto ingrediente de Little Nightmares 2 es la ambientación terrorífica. Si por algo destacaba la primera parte es por su excelente apartado artístico. En esta ocasión, se potencia aún más. Mono es un joven que se encuentra atrapado en un mundo extraño sobredimensionado. Somos un pequeño elemento frente a gigantescos escenarios. Al parecer, las respuestas que buscamos están en una tenebrosa torre de señales a la que nos dirigimos junto a Six, la protagonista de primer juego.

De todos modos, queremos dejar claro que no estamos ante un juego de terror al estilo Resident Evil o Silent Hill, en los que nos encontramos zombies o espectros que nos atacan. Aquí la clave es la sensación de indefensión que abrazamos desde el primer minuto y que nos acompaña en las más de 6 horas que dura la aventura. Escenarios lúgubres, deformados y personajes gigantescos echan el resto para que tengamos esa sensación de angustia sin que tenga que pasar nada en concreto. Es verdad que en esta segunda entrega podemos atacar en momentos concretos, pero no entorpece la experiencia descrita.

Lo mejor:

Su atmósfera angustiosa y tenebrosa.
La combinación de plataformas, exploración y puzles.

Lo peor:

No resulta excesivamente largo.
No es excesivamente novedoso respecto a la primera parte.
No incluye cooperativo pese a que la aventura la protagonizan dos personajes.

Conclusiones:

Little Nightmares 2 es una interesante propuesta de terror, diferente a otros juegos del género. Aquí priman las plataformas y la exploración frente a la acción y el terror psicológico frente a los sustos típicos. Si os gusta el género, os aconsejamos darle una oportunidad. Eso sí, tened en cuenta que es un título con un enfoque particular. De entrada, el terror psicológico que le define lo enfocan al público adolescente/adulto pero su propuesta carente de acción no gustará a algunos usuarios.