Inmortals: Fenyx Rising

Uno de los anuncios más sorprendentes del pasado E3 fue God and Monsters, una aventura basada en la Grecia Clásica que bebía directamente de Zelda y Assassins Creed. Ahora, meses después, nos llega bautizada como Inmortals. ¿Queréis conocerla mejor? Os presentamos el análisis de Inmortals: Fenyx Rising.

La crítica del principiante

Las aventuras de acción en mundo abierto abundan en la actualidad. Podríamos decir que es el género estrella de la actual generación de consolas. Por ello, un nuevo sandbox ambientado en la mitología griega realizado por los padres de Assassins Creed Odyssey pintaba muy bien. El resultado, como veréis, es un interesante título, aunque no está a la altura de los mejores.

Una aventura muy variada

Después de haber jugado bastantes horas, podemos decir que Inmortals: Fenyx Rising combina con solvencia todos los estilos que propone: aventura, plataformas y acción.

Estamos ante una aventura en tercera persona de mundo abierto que ofrece multitud de misiones principales y tareas secundarias. Dejando de lado las que nos permiten avanzar en la trama, tenemos muchísimas cosas por hacer. Desde recoger recursos, superar pruebas de precisión y puntería, trepar enormes estatuas o, simplemente, disfrutar explorando el amplio mundo que ofrece. Asimismo, los puzles abundan por aquí y por allá y son de los más originales. Algunos están basados en el control del viento, otros son pruebas contrarreloj, también tendremos que mover y colocar bloques, completar constelaciones… En más de una ocasión tendremos que sudar tinta para dar con la solución.

Por otro lado, la acción es un elemento esencial. Continuamente tendremos que combatir contra enemigos de lo más variados. Desde animales fantásticos, pasando por todo tipo de criaturas mitológicas o guerreros que no dudarán en acabar con nosotros. Para salir victoriosos, disponemos de una gran cantidad de armas y habilidades, algunas de las cuales desbloquearemos a medida que avancemos.

Finalmente, es Inmortals es un plataformas en estado puro. Escalar montañas, bucear por el mar, saltar de un lado a otro… Es decir, cumple con las características básicas de cualquier título del género.

Viajando a la Grecia Clásica

La historia de esta variada aventura nos pone en la piel de Fenyx, un mortal que deberá liberar a los dioses que han sido encerrados por el titán Tifón. De este modo, sin quererlo ni beberlo, se verá inmerso en una batalla por salvar el Olimpo. Toda la historia es narrada por Prometeo y Zeus, que nos presentan al personaje de Fenyx y nos acompañan a lo largo de toda la historia.

El argumento y las cinemáticas están aderezadas por toques de humor y están bien realizadas. Sin embargo, la historia no nos ha parecido el punto fuerte del juego (poco seria por momentos y con picos de intensidad desequilibrados). Tampoco el diseño del protagonista, que carece de personalidad suficiente, es para lanzar cohetes.

Por último, remarcaremos que, pese a lo acertado de la propuesta jugable, es un juego que toma prestados demasiados elementos de otros títulos, especialmente de Zelda: Brath of the Wild. Esto no es algo negativo, puesto que aprende del mejor. Sin embargo, “copia” tantos elementos que rápidamente tenderemos a compararlo con el gran Zelda y, como sabéis, las comparaciones son odiosas.

Lo mejor:

Ofrece muchísimas posibilidades y tareas por hacer.
El mundo abierto es colorista y tiene mucha vida.

Lo peor:

Le falta personalidad propia.
La historia no es su punto fuerte.

Conclusiones:

Inmortals: Fenyx Rising es una notable aventura de mundo abierto que combina con maestría todos los palos que toca. Sin embargo, toma prestados demasiados elementos de la saga Zelda, lo que le beneficia y perjudica a partes iguales. Sin ser el juego del año, sí es un título interesante para entretenernos durante horas. Su PEGI está catalogado para mayores de 12 años y, pese a que la acción es muy importante, no es sangriento ni el principal reclamo del título.