Dirt Rally 2.0

La crítica del principiante

Los juegos de velocidad siguen de moda en todas sus vertientes y disciplinas. Y, pese a que en los últimos meses hemos recibido un menor número de propuestas de corte realista, algunas siguen siendo increíbles. Hoy os presentamos Dirt Rally 2.0.

Realismo en la pista

La gran baza de Dirt Rally 2.0 es la sensación que transmite al jugarlo. Como ocurría con sus predecesores –Dirt Rally y Dirt 4-, resulta completamente diferente correr sobre asfalto, grava o barro. El coche se comporta de manera totalmente distinta y tenemos que estar muy atentos, porque cualquier error nos penalizará. Además, no incluye la función de rebobinado, por lo que debemos esmerarnos en hacerlo bien, porque en caso contrario…

Y es que, todo es tan real que tenemos que buscar el equilibrio perfecto entre aceleración, frenado y trazada de las curvas para no quedarnos atrás en el cronómetro. Todo ello sin olvidar que el terreno se va degradando a medida que pasamos, lo que puede modificar nuestra trazada sin querer.

Por todo ello, se trata de un título exigente con el jugador desde la primera partida. Las diferentes categorías, con coches de ayer y hoy, están completamente diferenciadas entre sí y, a medida que nos acercamos a la actualidad, costará más dominar los vehículos que tenemos (nada menos que medio centenar).

Y no nos podemos olvidar de un apartado gráfico muy realista, que nos permitirá disfrutar de todo este realismo jugable del que hablamos de la mejor manera posible. Especial atención merecen los efectos climáticos –cuando jugamos de noche es increíble- y los desperfectos del coche, tanto por suciedad como por pérdida de piezas.

Algo limitado en opciones

Su oferta jugable es completa, pero algo menos que en la anterior entrega. El juego se estructura en dos disciplinas: rally clásico y rally cross. En la primera, competimos con el cronómetro en etapas clásicas que recorremos en solitario. Dichas pruebas están divididas en tramos y recrean perfectamente recorridos reales del Mundial. La segunda, nos lleva a competir con otros vehículos en circuitos cerrados que combinan varias superficies. Aquí disponemos de ocho recorridos, entre ellos el Circuito de Cataluña de Montmeló.

En su perjuicio diremos que se han perdido algunas opciones muy interesantes, como el ascenso al montañoso circuito de Pikes o las carreras en las que conducíamos buggies, que aportaban más variedad al conjunto. Probablemente mucho de ello nos llegue vía DLC, pero si son previo pago…

Todo el conjunto se estructura en varias modalidades. Por un lado, Rally Histórico nos permite desbloquear pruebas de todas las épocas, donde iremos consiguiendo dinero al obtener buenos resultados. Gracias a esto, compraremos nuevos vehículos o mejoraremos los que ya tenemos. Como decíamos, esta opción está dividida en distintas épocas, muy distintas entre sí. También tenemos la opción FIA WRC que, si bien no dispone de todas las pruebas oficiales, es muy completa. La contrarreloj es una clásica que completa una modalidad que dará para horas. Los eventos, por su parte, alargarán la vida del juego considerablemente en todas sus modalidades, tanto si competimos contra la IA o contra otros jugadores.

Lo mejor:

Realismo visual: es increíble ver cómo el coche se va ensuciando o cómo el terreno queda degradado.
A nivel jugable es de lo mejor que hemos visto en mucho tiempo. Bastante exigente.

Lo peor:

Se han perdido algunas opciones incluidas en el primer Dirt Rally.

Conclusiones:

Dirt Rally 2.0 es un excelente simulador de rallies que gustará, tanto a los fans de esta modalidad como a los que mínimamente disfruten con juegos de coches. Tanto a nivel visual