Catherine: Full body

Analizar un juego no es sencillo. No solo es cuestión de hablar de los elementos técnicos, gráficos y jugables, sino también del contenido que ofrece, así como del tipo de usuario al que se dirige. Decimos todo esto porque es difícil analizar este Catherine sin centrarnos en el peso que tiene todo el que lo rodea.

Infidelidad, sexo y traición

Su argumento gira alrededor de la infidelidad, el compromiso, el amor, el matrimonio… Nosotros encarnamos a Vincent Brooks, un joven de 32 años que se se encuentra ante un paso decisivo de su vida. Su novia, Katherine, le ha propuesto matrimonio. En un mar de dudas ante lo que esto implica, conoce a una misteriosa joven, llamada Catherine.

En este contexto, Vincent vivirá toda una montaña emocional tanto por el día como por las noches. Así, quedará atrapado en sus más profundas pesadillas donde se enfrentará a todos sus temores, como la paternidad o la infidelidad. El problema es que si morimos en los sueños, lo haremos también en el mundo real.

Puzles originales pero repetitivos

Centrándonos en la jugabilidad, encontramos dos partes muy diferenciadas. Por el día visitaremos el bar, donde dialogaremos con otros personajes o jugaremos a máquinas recreativas, como si de una aventura tradicional se tratara. Por la noche, deberemos sobrevivir a las temibles pesadillas en forma de puzles y acertijos que combinan habilidad y agilidad. En ellos nos enfrentaremos a monstruosos enemigos, como un bebé.

El desarrollo del juego, como decíamos, es bastante repetitivo. Los acertijos son siempre iguales y, si bien es cierto que la dificultad es creciente y ofrecen diferentes posibilidades, al final acaban siendo más de lo mismo. Además, las fases de día son bastante aburridas, sin ofrecer nada de nuevo desde el minuto uno.

Contenido singular

Se trata de un título de contenido 100% adulto. Las escenas cinemáticas son bastante subidas de tono (es verdaderamente para adultos en este aspecto), con alto contenido erótico e insinuaciones más que evidentes. Además, las representación de la figura femenina está hipersexualizada, con todo lo que ello comporta.

Por otro lado, los debates morales y éticos son una constante, solo entendibles entre el público adulto. En esencia, la historia se nos propone elegir entre vivir una vida monótona y tradicional o abocarnos al mundo de la infidelidad, siempre desde una perspectiva bastante partidista, a favor de la última opción. En resumen, un argumento muy pobre que reduce la vida adulta a una lucha en el campo sexual.

Conclusiones:

Catherine es un título que nos ha dejado bastantes fríos. Ni destaca por su apartado jugable, bastante repetitivo, ni por el argumental, simple hasta decir basta. Por ello, es un juego poco recomendable en su conjunto y solo enfocado a un público nicho. Además, el alto contenido erótico y la hipersexualización femenina lo limitan aún más al público adulto. Es, en resumen, una aventura poco atractiva que hace que nos planteamos, ¿hasta dónde puede llegar un juego?