Bayala: The Game

La crítica del principiante

La empresa alemana Schleich es una experta en comerciar figuras realistas de animales de todo tipo. Desde hace unos años, no solo se centra en ellos, sino que ha introducido en su catálogo otros mundos, cargados de fantasía, en los que las hadas y las sirenas son las protagonistas. La buena acogida de estas figuras entre el público infantil y juvenil ha llevado a la empresa a querer expandir su marca tanto al mundo del cine –recibiremos la película este próximo 5 de diciembre- como a los videojuegos. Os presentamos esta simpática aventura.

Una historia llena de magia

El universo de Bayala es un mundo repleto de magia. En él cohabitan distintas tribus, cada una con sus costumbres, flora, clima… La magia forma parte de las vidas de Surah –la protagonista- y compañía, siendo esencial para la existencia de su mundo. Esa magia está interconectada con la existencia de los dragones. Sin embargo, prácticamente ya no existen. Es por ello que deciden poner a recaudo los últimos huevos de dragón. Poco durará la tranquilidad porque la malvada reina de las sombras, Ophira, los robará. Ahí comienza nuestro viaje para salvar Bayala y recuperar el esplendor de la magia perdida.

Un plataformas sencillo pero resultón

La propuesta de Bayala: The Game es la de un plataformas clásico, en el que tan importantes son los saltos como los puzles. Nos movemos de izquierda a derecha principalmente, al estilo tradicional, si bien los entornos tienen un componente 3D muy resultón. Las habilidades de nuestra hada son diversas y algunas se desbloquearán paulatinamente. Podremos realizar acciones como saltar, trepar salientes, escalar enredaderas, golpear, etc.

Evidentemente no nos movemos con libertad y el camino está muy guiado. No debemos perder de vista que es un título enfocado al público más infantil tanto en su idea como en su propuesta jugable. Pese a la simpleza de la propuesta, no resulta un título especialmente sencillo. Las fases plataformeras requieren de habilidad y, dado que los escenarios tienen cierta profundidad (también podemos movernos hacia atrás o delante de la pantalla), debemos calcular muy bien donde saltamos y cómo nos movemos. Es cierto que el control es algo tosco y nos juega alguna mala pasada, pero en líneas generales funciona bien. También contamos con algunos puzles sencillos que aportan algo de variedad al desarrollo –suelen centrarse en mover objetos y colocarlos en el lugar apropiado-, así como coleccionables que encontrar –el álbum de cromos es un punto a su favor-, lo que aporta un componente de exploración interesante al juego.

Pensando en el público infantil, la primera parte del juego es un tutorial en el que aprendemos cómo funciona todo. Comenzamos en la aldea de Soleyas, el día de la coronación de nuestra hermana Eleya como nueva reina de las hadas del sol. Para que todo esté a punto para tan esperado momento deberemos completar misiones que nos proponen distintos encargos: desde recoger objetos de una cueva hasta ordenar todo para que esté listo para tan preciado momento. A medida que completamos estos encargos, desbloqueamos otros nuevos. En paralelo a estas misiones, también avanzaremos en una historia que nos llevará hasta las Montañas del Dragón. Así avanzamos en un argumento entretenido y que, como decíamos, viene aderezado por coleccionables y minijuegos bastante divertidos.

Un mundo de hadas

En lo que refiere al apartado audiovisual, se trata de un título sencillo pero muy colorido. Los escenarios están algo vacíos y no son demasiado interactivos ni detallados. No por ello pierden el encanto de este universo, bastante bien reflejado, ya sea en la aldea principal como en otros escenarios del juego. No alardea de gráficos de ultimísima generación, pero tampoco lo pretende. Cumple con su propósito y lo hacer perfectamente.

Lo mejor:

Refleja el universo de Bayala de forma competente.
Es un título con bastante contenido.

Lo peor:

El control es tosco y algo impreciso.
Algo más de variedad no hubiera estado mal.

Conclusiones:

Bayala: The Game es un completo plataformas de corte claramente infantil que cumple con el propósito de acercar este universo a los más pequeños. Su propuesta es simple y sencilla pero no pretende otra cosa. En resumen, lo que se propone, lo hace bien. No podemos compararlo con otras propuestas, pero es una opción interesante para los más peques de la casa.