Supergirl es la nueva adaptación a la pequeña pantalla de un héroe, en este caso heroína, de DC Comics. Y, si el personaje de Kara Danvers actúa como la prima kryptoniana de Superman, la serie Supergirl es la hermana, casi gemela, de The Flash, no en balde comparten productora –Berlanti Productions– y dos de sus creadores –Greg Berlanti y Andrew Kreisberg–. Su semblanza y sus mismos orígenes saltan a la vista ya desde el primer capítulo.
Como en la ficción protagonizada por el Hombre Rayo, en Supergirl la protagonista prefiere trabajar en equipo, inicia sus andanzas de forma insegura y buscando la aprobación de los que tiene cerca, sufre el trauma de la pérdida de sus padres y decide poner sus habilidades al servicio del bien común. Nada nuevo en el horizonte de los superhéroes.
De una ingenuidad aplastante, la identidad falsa de Supergirl es calcada a la de otros muchos: torpe, poco llamativa y resignada a un trabajo que no le pertenece por estar mucho más cualificada de lo que su puesto exige. Este doble juego, interesante y aprovechado en otros títulos, aquí pasa desapercibido y hasta da un poco de rabia tanta miopía.
La serie es simple también en las aventuras que propone. Los guionistas no sorprenden ni parece que hagan algo más que aprovechar otras historias mil veces contadas de la misma forma. En Supergirl la sensación de dejà vu no abandona nunca al espectador experimentado.
Con todo, si es para despejar las neuronas, dormirse frente al televisor o para alguien en busca de una ficción para ver en familia, Supergirl es su título. Con una segunda temporada en marcha, los adolescentes tienen, por ahora, veinte capítulos por delante de efectos especiales, acción, romances y complots extraterrestres.
Firma: Mar Pons
A los doce años, Kara Zor-El escapó del planeta Krypton con la ayuda de sus padres, al mismo tiempo que el bebé Kal-El. Protegida y criada en la Tierra por su familia de acogida, los Danvers, Kara creció a la sombra de su hermanastra, Alex, y aprendió a ocultar los poderes fenomenales que comparte con su primo Superman con el fin de mantener su identidad en secreto.
Ahora, con 24 años, Kara es la asistente de Cat Grant, una estilosa y audaz magnate de los medios. La protagonista trabaja junto a su amigo y técnico informático Winn Schott y James Olsen, el famoso fotógrafo del Daily Planet. Un día, Kara se ve obligada a utilizar sus poderes para ayudar a su hermana. Entonces tendrá que encontrar la manera de mantener su secreto a salvo para evitar que su familia esté en peligro.
