Pichi Pichi Pitch

Serie de animación japonesa basada en el cómic manga de Michiko Yokote, publicado entre 2002-2005, cuya inspiración madre es el cuento clásico La Sirenita de Hans Christian Andersen, del que Disney hizo su famosa adaptación cinematográfica. Sin embargo, Pichi pichi pitch es un popurrí de series y películas sobre sirenas y el amor adolescente, que nos han ido llegando a lo largo de las últimas décadas.

Las tres sirenas son tres chicas distintas entre sí –tanto en el carácter como en lo físico (aunque todas son guapísimas)-, que se han convertido en humanas. A menos que les salpique el agua, como les ocurre a las protagonistas de H2O (quienes también van al instituto y se enamoran de humanos), su apariencia humana no cambia. Y tal y como hacía Daryl Hannan en Splash, las protagonistas se dan un chapuzón en la bañera para poder convertirse en mujeres pez sin ser vistas.

Si nos fijamos en su estética manga, vienen a nuestra memoria los personajes de Sailor Moon, una serie japonesa, protagonizada por chicas con poderes, que tuvo gran éxito en nuestro país a principios de los 90. En Pichi pichi pitch, el personaje principal Lucchia casi se confunde físicamente con el de Sailor Moon, Usagi Tsukino. No es ninguna coincidencia. Esta serie anime se enmarca, igual que la ficción de los 90, en el género manga maho shojo, conocido también como niña mágica. Las series de esta categoría están protagonizadas por niñas que cuentan con poderes para salvaguardar algo mágico o salvar el mundo y, a la vez, lidian con problemas cotidianos adolescentes como la escuela o los chicos.

El anime japonés es un estilo que no encaja en la programación de Disney Channel ni Clan TV, donde se ve y se ha podido ver la serie respectivamente. Los personajes femeninos visten sexys, con faldas cortas, marcando pecho y con movimientos sensuales; con los que se reafirman estereotipos sexistas.

La serie de televisión contiene ligeros cambios respecto al cómic para evitar algunas controversias de contenido sexual. Por ejemplo, el sitio donde reside la protagonista no son unos baños termales, que en papel dan juego para mostrar desnudos sin pudor, sino un hotel. Sin embargo, la serie cuenta con algún capítulo que se ha censurado o cortado en algunos países por sus escenas de sexo implícito.

A parte de las escenas de acción, que suelen desarrollarse en la última parte del capítulo, el mayor peso de la trama se centra en los amores de instituto de las adolescentes y la sobredimensión de los sentimientos. En ellos, aparecen todos los clichés del género romántico con infinidad de casualidades y  equívocos, en los que sólo aparecen chicos y chicas guapas, con grandes habilidades deportivas y físico excepcional.

Y, para recalcar más que se trata de un producto diseñado para el público adolescente femenino, las protagonistas desafían a las fuerzas del mal cantando bajo el mar con un micro al estilo de una superestrella del pop, dejando atrás el patrón legendario de las sirenas de Ulises para emular a Hannah Montana, más mediática entre las estudiantes de secundaria.

Estas sirenitas modernas, con dotes de estrellas musicales, con emociones a flor de piel y amores imposibles, desdibujan el mensaje familiar y blanco de la parilla de los dos canales temáticos infantiles donde aparecen. Además, no aportan una visión enriquecedora y constructiva de las situaciones de la adolescencia, sino que enfatizan las obsesiones y los sentimientos enamoradizos y contradictorios de este periodo vital.

Firma: Montserrat Bros