Narcos

Enésima recreación de la vida de Pablo Escobar, el mayor narco de la historia acorralado y abatido por la policía colombiana en diciembre de 1993; y junto a ello, la vida de los cárteles colombianos de la droga que llevaron a Colombia a una auténtica guerra civil en los años 80 y parte de los 90.

Es difícil saber si es la figura de Escobar, magistralmente interpretada por Moura Wagner, o la excelente dramatización de la historia de Colombia en los años 80, lo que lleva al espectador a quedarse enganchado a Narcos desde el primer capitulo hasta el último.

Puede también que sean las excelentes recreaciones de los agentes de la DEA, dos americanos que como cowboys en el lejano Oeste, lidiaran con la difícil –imposible parece– tarea de mantenerse dentro de la ley para detener a uno de los mayores criminales de la historia de la humanidad.

Y es que en Narcos, nada sobra y todo, aunque conocido y documentado, está puesto al servicio de un excelente guión: Escobar, el monstruo con los enemigos y el cariñoso padre de familia y patrón de sus hombres; el negocio de la droga, la ayuda que recibió de ETA para sembrar Bogotá y todo Colombia de atentados, especialmente el que provocó la muerte de 110 personas en el vuelo 203 de Avianca.

El único pero que se le puede poner a Narcos es lo explícito de la violencia y el sexo en algunos capítulos de la primera temporada.

Firma: Llorenç Ramis