Ron Koslow, el responsable de esta nueva versión, lo es también de la adaptación de 1987 protagonizada por Linda Hamilton y de la fallida Moonlight de 2007. Está claro que a Koslow le atraen los personajes fantásticos. Lo que no lo está tanto es el futuro de esta ficción que, aunque ha renovado para una segunda temporada, la primera no consiguió despertar demasiado interés entre la audiencia americana. Habrá que ver si esta segunda oportunidad la hace despegar.
El problema de las adaptaciones que ya han sido tratadas en diversas ocasiones es saber plantear una trama original, que la diferencie de otros productos y ofrezca algo distinto a sus predecesoras o, simplemente, a la competencia actual, que no es poca.
La bella & la bestia, en su vertiente de serie fantástica, compite con formatos como Crónicas vampíricas, Casi humanos o, incluso, True blood y, en su componente policíaco, se aproxima a Rizzoli & Isles o a Grimm. Se trata de una mezcla poco definida en la que sobreabundan los conceptos más tópicos de los dos géneros que no se saben plasmar con interés ni habilidad.
Poco creíble en su faceta de policía de homicidios, la protagonista Kristin Kreuk, que encarnó a Lana en Smallville, pretende figurar una dura agente de la ley que desentona con su dulzura y su incapacidad para transmitir más emociones que las que ya exhibió como novia de Superman y, todo ello, a pesar de las artes marciales y las escenas de acción que protagoniza.
Por su parte, la bestia, papel interpretado por Jay Ryan, es un personajes que se esconde más por motivos de seguridad personal que por sus malformaciones físicas. Este pequeño desvarío de la historia le resta drama a una de las piezas claves de la trama, ya que la esencia de buscar la belleza interior queda relegada a los momentos en los que la Vincent se convierte en monstruo. Hecho que sólo ocurre cuando se enfrenta a una subida de adrenalina. Por lo demás, es un hombre atractivo con una simple cicatriz facial.
La historia de amor se incuba con prisas y sin fundamentos. La atracción es mutua e instantánea y, a partir del segundo capítulo, el romance ya se convierte en el juego del gato y el ratón -incapaz de evolucionar por la faceta animal del protagonista- muy adolescente en su esencia y en su planteamiento.
La bella & la bestia despierta pocas emociones y, a parte de la sensación de déjà vu, sólo ofrece una historia de folletín con caras bonitas para las noches estivales, pero poco más.
Firma: Mar Pons
Catherine Chandler es una joven detective de homicidios que, nueve años atrás, presenció el asesinato de su madre. En el incidente “algo” llegó a tiempo para salvarle la vida a ella. Después de casi una década, Cat no ha logrado superar el trance y sigue pensando que ese “algo” era un humano y no un animal como le han hecho creer durante todo este tiempo.
Tess Vargas es la compañera de homicidios, y amiga, de Catherine y, durante un caso en el que investigan juntas, Chandler encuentra pruebas de que quien le salvó es un exmilitar dado por muerto, Vincent Keller. Mientras resuelven el caso, Cat averigua que la muerte de su madre no fue accidental, que Keller estuvo sometido a un experimento médico que le destrozó la vida y que, los que acabaron con la vida de su madre, ahora, la persiguen a ella y a su misterioso protector.
