Kemy

Esta serie educativa para preescolares de producción japonesa plantea, en cada capítulo, una sencilla pregunta para despertar la curiosidad de los más pequeños. Invariablemente, la protagonista y sus amigos buscan, sin descanso y con mucha ayuda, la respuesta correcta. Y la encuentran.

Dos cosas son destacables de esta producción en 3D. La primera es un marcado carácter didáctico, sencillo de concepto y desarrollo, que puede servir para ampliar los conocimientos más básicos (que las patatas crecen debajo de la tierra o que la miel la fabrican las abejas). La segunda es el amable y educado tono en el que se desarrolla la historia, a pesar de que, en ocasiones, las voces resultan algo estridentes.

Color, música y elementos cotidianos se mezclan con un poco de magia y mucha de esa curiosidad que caracteriza a los niños. Kemy supone un buen entretenimiento a pequeñas dosis (demasiados capítulos resultan repetitivos) y con la edad adecuada (entre 3 y 5 años).

Firma: Mar Pons