Tras el éxito en 2010 de la película Enredados, Disney recupera a su princesa de la larga melena mágica y la traslada a la pequeña pantalla. Los encargados del proyecto son Shane Prigmore (Los Boxtrolls) y Chris Sonnenburg (Kung Fu Panda) y, por ahora, la serie cuenta con una sola temporada (2017).
Como es habitual, este título no cuenta con los recursos técnicos del largometraje y se adapta a las necesidades del negocio televisivo con una animación en dos dimensiones, unos dibujos simplones de poca profundidad y menos detalles. Sin embargo, y a pesar del ahorro evidente en fondos y elementos decorativos, los personajes conservan la frescura y la estética del dibujo tradicional, siempre más imaginativa y original que la técnica en 3D.
Los argumentos giran en torno a esta princesa ingenua y de buen corazón –algo extremada en sus actuaciones y en su carácter– que siempre busca cómo ayudar a los demás y caer en gracia. Su compañera –y en casi todo opuesta a Rapunzel– es Casandra, una jovencita educada para sobrevivir en un mundo de hombres guerreros. Hija del capitán de la guardia real, Casandra tiene la misión de cuidar de Rapunzel aunque, en muchas ocasiones, es la princesa quien acaba protegiéndolas a las dos. Claro que Rapunzel tiene poderes mágicos (los de su melena) y Casandra no.
Y así llegamos a algunos de los elementos más discutibles: conseguir siempre lo que se desea gracias a los sortilegios y, por otro lado, la representación de la figura femenina. Cabe decir que Enredados. La serie no es de esos espacios en los que la magia es el elemento principal, aunque siempre está como telón de fondo, pero sí se deja entrever –con la concesión selectiva de los poderes mágicos– esa moderna filosofía de las mujeres superiores y autosuficientes. A esta configuración feminista también contribuye el personaje de Eugene, que es el retrato cómico de un futuro rey torpe y poco inteligente, superado ampliamente en aptitudes por su prometida. Y, a pesar de que se le otorga el peso y la responsabilidad del humor y la ternura, no por ello se acortan las distancias entre los dos protagonistas.
No obstante, este último análisis puede parecer exagerado y es verdad que, con medida y cierta distancia, Enredados. La serie es una oferta amena y entrañable. Una ocasión para imaginar otros mundos y otras historias que, como es evidente, “enredará” especialmente a las niñas.
Firma: Mar Pons
Rapunzel ha vuelto a su reino con ganas de más aventuras. Su largo cabello rubio repentinamente vuelve a crecer y debe aceptar sus cualidades mágicas y todo lo que representa. Siempre acompañada por su querido Eugene, su leal camaleón, Pascal y su obediente caballo Maximus. A ellos se une Cassandra, que se convertirá en la confidente de Rapunzel.