El Caso. Crónica de sucesos se basa en las historias reales publicadas por el famoso diario durante las décadas de su edición. En una época marcada por la censura y los “trabajillos sucios”, la serie recrea con acertado estilo la atmósfera brumosa de una redacción que siempre va dos pasos por delante de la policía.
Sobre un conflicto de fondo –el asesinato de Asun y la amistad truncada entre Camacho y Expósito– se desenvuelven los casos, uno en cada capítulo, de un tiempo mucho menos sofisticado que el actual. He aquí gran parte de la gracia de esta ficción. La sólida ambientación está llena de detalles reconocibles por los que vivieron cuando las redacciones estaban ahogadas por el humo del tabaco, repletas de máquinas de escribir y la composición de un periódico era un trabajo de artesanía.
De la misma forma, los procedimientos de investigación son dependientes de la suerte, la constancia y la imaginación de sus protagonistas. Se vuelve a la rústica imagen del detective que obtiene información a base de puñetazos, chantajes, casualidades y capacidad de observación, con algunas dosis de imprudencia y audacia.
El periodismo contrastado por el que aboga El Caso. Crónica de sucesos se da de bruces con el actual, que ha puesto al mismo nivel la noticia y el rumor. Sin embargo, no deja de ser una paradoja que, en su momento, el diario en el que se inspira la serie gozara de una fama nada elogiable. Y es que la ficción es ficción y, en este caso, los guionistas han utilizado su derecho de contadores de historias para teñir de rosa el envoltorio de un semanario que más bien fue, si no rojo, amarillo.
En su terreno, los personajes se determinan a conciencia y, por ahora, son pocos los detalles que se dejan al azar o a merced de una futura temporada. De esta forma, están claras las motivaciones, los conflictos y no desentonan las conclusiones. Y, con grata sorpresa, asistimos a uno de los mejores repartos e interpretaciones de la pequeña pantalla.
Sin ser una maravilla, El Caso. Crónica de sucesos devuelve la fe al espectador que ya no creía en la ficción española, sencilla pero bien hecha, dirigida a un público adulto y de gustos diversos y sin grandes pretensiones. También, la música –escogida con el mismo cuidado que el atrezzo–, el compás sesentero de la época que se traslada al ritmo narrativo y la trabajada puesta en escena completan los setenta minutos en los que se relata cada historia.
Firma: Mar Pons
Jesús Expósito es uno de los mejores periodistas de investigación criminal y trabaja para el diario de sucesos El Caso. Su pasado como policía y su carácter sarcástico y habituado a saltarse las normas, Expósito arrastra también en su conciencia el no haber apresado al hombre que asesinó a su novia veinte años atrás.
A la redacción llega Clara López-Dóriga, una niña bien que, a pesar de las burlas de sus compañeros, se convertirá en una pieza imprescindible para la resolución de cada caso. Casada con Gerardo, un joven abogado y diplomático, Clara decide volcarse en el trabajo cuando descubre que su marido la engaña con otro hombre.
Jesús y Clara se han convertido en los mejores hombres de Rodrigo, el director de El Caso, pero para el comisario Antonio Camacho son lo más molesto de la prensa y hará todo lo posible por deshacerse de ellos.
