Muchos somos los nostálgicos que crecimos con Dragon Ball. Por eso, cuando supimos que la mítica serie volvía, el grado de expectación fue máximo.
Lo cierto es que la Dragon Ball Super tarda mucho en arrancar. Esto ocurre porque los primeros treinta capítulos narran, a pies juntillas, los acontecimientos de las dos películas publicadas el año pasado, que sirven como prólogo –La Batalla de los dioses y la Resurrección de Freezer-. A partir de ahí, la serie gana bastante con los siguientes tres arcos: el torneo entre el universo 6 y 7, la saga de Black Goku –de momento la parte más interesante- y la supervivencia de los doce universos.
Por el momento nos encontramos con un argumento que se centra en Bills, el dios de la destrucción, que ha despertado después de un gran sueño y que amenaza con destruir la Tierra. Nos esperan momentos de lo más intensos, nuevas transformaciones de Goku y compañía y bastante acción con toques de humor japonés.
La animación sufre muchos altibajos y han de pasar unos cuantos capítulos para que mejore considerablemente. De hecho, algunos de los primeros episodios fueron muy criticados en su estreno en Japón por su baja calidad, algo que se corrigió posteriormente. Eso sí, no llega a los niveles de detalle vistos en Dragon Ball Z.
En cuanto al doblaje, deja bastante que desear. La nueva voz de Son Goku es, cuanto menos, de chiste. Y, si bien repite gran parte del elenco de Dragon Ball Z, la serie nos llega acelerada con respecto al ritmo original (los 24 minutos por episodio originales quedan reducidos a 20), lo que general desajustes en el montaje final.
En cuanto al contenido, lo menos educativo y apropiado es la violencia. Dragon Ball siempre se ha caracterizado por resolver los problemas con peleas hasta que el rival pierde, muere o se rinde; algo no muy aconsejable para los más pequeños de la casa.
Conclusiones:
Dragon Ball Super es una serie dirigida, sobre todo, a los fans de Goku. Aquellos nostálgicos que crecimos con sus aventuras, nos engancharemos una vez más. Evidentemente no es un producto para niños, ya que la violencia es una constante. Como serie de animación es aceptable pero si le quitamos el punto de vista emotivo y nostálgico pierde bastante, más si la comparamos con Dragon Ball Z.
Firma: J. Carlos Amador
Dragon Ball Super es la continuación de la obra de Toriyama, finalizada veinte años atrás. Arrancando donde acabó Dragon Ball Z, abre un nuevo mundo de posibilidades puesto que los personajes no sólo viajan por su universo sino que van mucho más allá.
