Una pizca de magia en la ciudad misteriosa

Siempre es complicado lanzarse a producir un spin-off ya que, muchas veces, es imposible igualar a los antiguos personajes. Y mucho más a su casting, pues hay títulos que serían irreconocibles sin su afamado elenco. No obstante, esta producción rescata la historia de Una pizca de magia y la adapta consiguiendo un visionado agradable.

Hay que tener en cuenta que el objetivo no es continuar con una secuela o segunda temporada de las aventuras de Kelly, Darbie y Hannah, sino aprovechar la misma idea pero hacer un producto nuevo con diferentes actores. Por eso, si uno consigue desvincular esta propuesta de su predecesora, encontrará unos episodios fáciles de disfrutar.

La serie va dirigida a ese público que ya no encuentra interés en los dibujos animados pero aún no tiene edad suficiente para consumir género adolescente. Y es de agradecer que haya personas como Andrew Orenstein que tengan en cuenta a esta audiencia, a veces olvidada, y creen relatos entretenidos que, sin ser muy infantiles, sigan siendo inocentes.

Los capítulos tienen una estructura bastante similar a la que se encuentra en animaciones: una introducción, alguna metedura de pata que enreda el problema, una resolución simple y una moraleja final. Y todo ello espolvoreado con toques mágicos, que no son la ambientación principal, pero sí el hilo conductor.

Al final, es una crónica tierna, para toda la familia, con un tono simpático y bastante ligera. Y, a través de sencillos hechizos, sus protagonistas recuerdan al espectador la importancia del trabajo en equipo, el valor de la amistad y que, a veces, incluso la magia sale mal y no puede solucionarlo todo.

Firma: Patricia Amat