Trigger Point

La primera serie de Daniel Brierley recrea la trepidante vida de un grupo de artificieros. A este ya vibrante escenario –bombas con cuenta atrás, trampas, dobles percutores, detonaciones por móvil, etc.– se une el pasado y el presente de sus protagonistas, en concreto en el de la teniente Lana Washington, papel interpretado por Vicky McClure (Line of Duty, Alex Rider).

En este aspecto, el guion retrata los traumas y los dramas de un grupo de personajes que lidian con el sentimiento de culpa. Errores que, por algún motivo, les impide avanzar o enfocar el futuro con optimismo. Este aspecto humano más vulnerable sobrevuela la trama y se inserta en ese característico ambiente plomizo de la capital inglesa. Es aquí donde se aprecia la mayor diferencia con cualquier otro título similar de producción americana. Y es que Trigger Point no es espectacular, ni busca la belleza del estereotipo, ni camina en un exceso de patriotismo.

Lo que sí perjudica la trama es la sobreexplicación con la que se busca mantener al espectador informado. Durante las investigaciones se introducen aclaraciones que, en no pocas ocasiones, resultan demasiado evidentes y restan verosimilitud y naturalidad a los diálogos. A esto hay que añadir que el presupuesto tampoco cubre los gastos de unos buenos efectos especiales y, por tanto, el resultado de las explosiones desluce el producto.

Aún así, con una segunda temporada en marcha, Trigger Point se cuela entre los títulos que podemos tener en la reserva por ser un pasatiempo aceptable en su elaboración, intenso en su ritmo y por hacernos partícipes del combate interno de sus protagonistas.

Firma: Mar Pons