Tom Clancy’s Jack Ryan

John Krasinski (Un lugar tranquilo, The Office), encarna al joven analista Jack Ryan, un hombre altruista y defensor del bien. Ya le conocíamos de anteriores películas (Jack Ryan: Operación Sombra, Pánico nuclear y Peligro inminente) pero, en esta adaptación, inspirada de nuevo en las novelas de Tom Clancy, Ryan vuelve con más fuerza, para protagonizar las dos ya existentes temporadas y la tercera que parece estar en camino.

La serie pone sobre la mesa temas de actualidad, siempre un poco novelados y sin atacar personalidades concretas directamente. La primera entrega tiene lugar en Siria, a causa de unos ataques del ISIS, y en la segunda nos encontramos en Venezuela, en medio de una crisis generada por la corrupción de sus políticos.

Cuenta con un guion ideado perfectamente: tras presentarse un argumento muy complejo, a lo largo de los capítulos se van desvelando secretos para que el espectador pueda ir vinculando las ideas. Esto está algo más logrado en la primera temporada que en la segunda, en la que resulta más difícil no perderse a causa de sus constantes cambios de escenario.

Es interesante también ver la evolución de los pocos personajes que se mantienen. Si en el drama de Siria teníamos un Ryan simpático y de gran corazón, en la aventura de Venezuela lo vemos con un carácter mucho más seguro e incluso con un punto de arrogancia. Aun así, no deja de tener esos grandes ideales a los que dedica su vida.

Y, como no puede faltar el toque romántico, la producción también ofrece una historia de amor que, aunque es casi prescindible para el desarrollo de la trama, aporta ese plus que el público espera.

Con todo esto, Tom Clancy’s Jack Ryan es, sin duda, una buena elección para aquellos que disfruten con los historias de persecuciones, disparos y mucha acción.

Firma: Júlia Nafría