The blind detective

La ciudad de Viena se convierte en el escenario principal de este drama policíaco. A nivel visual destaca la selección de planos, las luces, el sentido de la elegancia, el amplio movimiento de cámaras y los travelings por la capital austríaca. Una producción y un montaje que deja poco al azar y se empeña en mostrar la belleza de lo que rodea a los personajes, a pesar del mundo en el que se desenvuelven.

A nivel narrativo, las tramas avanzan tranquilamente sorteando obstáculos y descubriendo nuevas vías de investigación. Al final, el caso que se investiga en cada capítulo ha dado varias vueltas y el espectador casi no ha sido consciente de ello. Todo esto ayuda a que The blind detective se diferencie en el vasto mundo de los procedimentales policíacos.

Además, también suma el elenco de personajes escogidos para protagonizar este drama. Cada uno de ellos arrastra sus propias desdichas, sus propios fracasos y sus propios sueños. Encajan por no ser excesivos en sus caracteres ni rígidos en sus formas. Así, un ex policía invidente, un taxista adicto al juego, una directora de hotel solitaria y una jefa de policía comprometida con su trabajo forman el equipo que soluciona cualquier caso, por rebuscado que sea.

En conjunto, The blind detective no llegará a ser una propuesta que rompa techos de audiencia. No obstante, sí se presenta como un título para ver de forma distendida, sin grandes expectativas y con ganas de pasar un rato de entretenimiento frente a la pequeña pantalla. Y, si no queremos trasnochar, con un capítulo cada vez ya tenemos suficiente.

Firma: Mar Pons